Un matrimonio de Almonacid de Zorita ha sobrepasado los 100 años de edad juntos

26/12/2016 - 12:21 Redacción

Encarna Huerta Sánchez y Pedro Sánchez Domingo llevan casados 73 años y 86 comprometidos. Ella ha cumplido 100 años el pasado 14 de diciembre y él cumplirá 102 el 8 de febrero.

El Ayuntamiento de Almonacid reconoció el pasado domingo la trayectoria vital de dos mayores, Encarna Huerta Sánchez y Pedro Sánchez Domingo. Pedro nació el día 8 de febrero del año 1915, mientras que Encarna lo hizo el día 14 de diciembre de 1916. Los dos lo hicieron en Almonacid de Zorita y en la actualidad viven en la Residencia de Mayores Virgen de la Luz, lugar en el que se celebró el emotivo acto.
    El matrimonio lleva siendo pareja desde el año 1930, y casados desde el día 30 de septiembre de 1943. Consecuentemente, llevan la friolera de 73 años felizmente casados y 86 comprometidos. Por esta razón, Elena Gordon, la alcaldesa de Almonacid, le hizo entrega de una placa conmemorativa y de un regalo a Encarna.
    Ninguno de los dos lo tuvo fácil en su niñez. Se hicieron novios subiendo y bajando la cuesta de la carretera de Almonacid de Zorita, camino de Albalate, en Semana Santa. Ella tenía trece años, y él acababa de cumplir quince.
    Pedro tuvo que huir de su casa y de Almonacid, dejando atrás a su familia y a su novia. Estando lejos de su pueblo natal, le encargó a un soldado amigo que le diera razón de él a su enamorada. “Quería a toda costa que supiera que estaba vivo”, recuerda Pedro.
    Aquel amigo cumplió su palabra y, al llegar a la villa almorcileña preguntó por Encarna a la primera muchacha que vio. Casualmente, era ella misma.  El almorcileño pasó nada menos que seis años sin poder regresar a su pueblo. Pese a que no sabía escribir –aprendió tiempo después en la escuela de adultos- la hoy centenaria le compuso unas coplas a Pedro y se las arregló para que se las registraran en una carta y para enviárselas a Teruel. Ella misma las recitaba para toda la familia, pero sobre todo para el gran amor de su vida, que aún lo sigue siendo: “Desde Almonacid te mando, a la Sierra de Albarracín, un buen tomo de cariño, porque no puedo ir allí. Ya te termino diciendo, con un apretón de manos,  que la recibas con tanto gusto, como yo a ti te la mando. Pedro de mi vida, Pedro de mi amor, todos los días del año, te llevo en el corazón”. Naturalmente, el entonces novio aún conserva la misiva.   
    Por fin, las estrecheces económicas les permitieron casarse y emprender la vida juntos. Contrajeron matrimonio en la Ermita de la Virgen de la Luz, y establecieron su domicilio unos pasos más allá, en la calle de la Travesía de la Virgen de la Luz, número 10, donde aún está la casa familiar. Encarna había sido sastra, trabajaba, con buen tino, y ayudaba a su marido en las labores ganaderas y del campo.
    Con la llegada de la Central Nuclear José Cabrera a Almonacid, lo hizo  también un desahogo económico para la familia. Además del campo, admitieron huéspedes en su casa, lo que proporcionó a los Sanchez-Huerta unos ingresos adicionales para prosperar. El matrimonio tuvo tres hijos, Maria Luisa –lamentablemente ya fallecida-, Saturnino y Carmen.
    Por fin, Pedro se hizo jardinero en la Nuclear, donde se acabó jubilando en el año 1980. Encarna y Pedro tienen seis nietos y nueve bisnietos, pero por encima de cualquier otra cosa, todavía sienten adoración el uno por el otro. Todavía se echan sus partidas de cartas, después de comer, en la residencia de la Virgen de la Luz.