Una maravillosa película de 'el otro Tarantino'

04/09/2019 - 17:25 J. PASTRANA

Con 'Érase una vez en Hollywood', Tarantino factura una película maravillosa, pero alejada de los gustos del público mayoritario, sólo para afines que quieran disfrutar del cine por el cine. 

Érase una vez en Hollywood

    Director: Quentin Tarantino.
    País: Estados Unidos.

 

En una época en la que solo los grandes estudios como Disney, o franquicias como The fast and the furious parecen capaces de llenar cines, es un consuelo saber que todavía existen directores fenómeno, creadores capaces de levantar proyectos y llamar la atención del público solo con su nombre, gente como quien hoy nos ocupa: Quentin Tarantino.

Para el 99 por ciento de los directores de cine del planeta habría sido literalmente imposible levantar un proyecto como Érase una vez en Hollywood, una película, digámoslo ya, realmente deliciosa, pero únicamente apta para paladares muy específicos. Y cuidado, que no he dicho selectos, porque no se trata de que sea una película que solo puedan apreciar los amantes del buen cine y patatín y patatán. No, es una película que solo amarán los amantes del cine de Tarantino, no de las explosiones violentas y casi gore a las que se ha encadenado en sus últimas creaciones, si no a la esencia del tipo que también está detrás de obras como Jackie Brown. Y no cito este título por casualidad, sino porque en aquella película, como en esta,Tarantino se inclinaba más por la forma que por el fondo. Y sobre todo, por el contexto más que por los personajes.  

Érase una vez en Hollywood es una no historia levantada en torno a una excusa. Son muchos minutos de metraje puestos en marcha para recordar y homenajear al cine de una época concreta y para disfrutar de dos actores, Brad Pitt, que tiene el personaje más molón de la película, y Leonardo DiCaprio, que tiene el mejor personaje de la historia. Uno es el tipo que todos querríamos ser. El otro, la mezcla perfecta de grandeza y mediocridad.

El espectador será testigo de prácticamente dos días de su vida, dos días que estarán ligados al crimen de Sharon Tate cometido por los acólitos de James Mason. Dos días en los que viviremos el ocaso de una estrella y los entresijos del cine. Dos días en los que Tarantino acerca al espectador a las figuras de Bruce Lee, James Caan y Polanski, entre otros. Dos míseros días en los que la casualidad nos hará pasar algún momento de tensión y en los que aparecerá la violencia, pero dos días, y no se engañen, en los que realmente no pasará casi nada, solo vida y cine.