Vicent Galdón, un artista entre nosotros
Colaborador en su día de Nueva Alcarria y de muchos otros medios de nuestra provincia, la vida de Francisco Vicent Galdón ha sucedido mayormente en Guadalajara, donde ahora vive. Y de sus múltiples facetas rescatamos hoy la artística.
Tenemos la fortuna de contar entre nuestros vecinos con un personaje muy interesante, que además de su capacidad de trabajo nos ofrece su amistad y bonhomía. Se trata de Francisco Vicent Galdón, cuya vida ha oscilado entre el periodismo, la erudición bibliográfica y ahora, ya espléndida, la producción de una obra artística, que en formato gráfico nos deslumbra, y se alza en el podio de la Abstracción Geométrica. Una modalidad de arte que no es ajena a Guadalajara, pues contamos en la historia del arte provincial con un antecedente excelente, la obra de Francisco Sobrino, que surgida en diversos lugares del mundo, ha venido a cuajar en el “Museo Sobrino” que hoy el Ayuntamiento tiene abierto como homenaje a ese paisano ilustre.
Vicent Galdón viene trabajando en el camino de esta Abstracción Geométrica desde los años 80. Él la estructura en dos momentos o situaciones anímicas diferentes: una, la “Geometría en el orden”, de la que van surgiendo obras formales y de rigurosidad compositiva, basadas en planteamientos puramente geométricos y matemáticos, de los cuales surgen como resultado diversas series de “Alternancias de formas”, “Progresiones”, “Inversiones”, “Confrontaciones de formas”, etc.
Y la otra, la “Geometría en el caos” o etapa fractal, de cuyo planteamiento o concepto libre en normas, va surgiendo todo un universo o cosmos de formas que en su reunión sobre el plano (o soporte en que trabaje), originan en esa reunión confrontaciones, alternancias, etc., incluso llegan a originar nuevas formas. En todo caso son imágenes no sujetas al orden o rigor compositivo, lo que motiva el caos o apariencia de desorden.
Francisco Vicent Galdón, ante su obra.
Aunque toda idea del autor se concreta finalmente en una superficie gráfica, el modo de trabajo es muy diferente para cada una de ellas, puesto que primero tiene que crear una forma y, seguidamente, aportar las tonalidades. Cuando la forma se crea, y tras diversas medidas o cálculos matemáticos, se multiplica sobre sí misma, tantas veces sea necesaria, hasta cubrir todo el espacio del cuadro, sobre un fondo meditado. Y es ese proceso con el que llega a conseguir un rigor formal en la obra. De ahí que el primero de los caminos, el del orden, le obliga a centrarse en mediciones, en cálculos matemáticos. Y el segundo, el del caos, requiere un mayor esfuerzo cromático y un anhelo que persigue alcanzar el equilibrio de tonalidades dentro de la composición, para que esta muestre al espectador una grata visión del conjunto.
Y así ocurre que, como él me cuenta, en su obra los marcos solo sirven para limitar en el espacio unas secuencias que teóricamente son ilimitadas e interminables. Ello entra en su propósito siempre firme de lograr conseguir una sensación visual de movimiento y de continuidad en el espacio. Él lo compara, en otro orden de facetas artísticas, con la música, en que un fragmento sonoro, un acorde o grupo de acordes, podrían estar repitiéndose eternamente para crear una melodía de base rítmica, en la que los sonidos pueden cambiar, como mucho en escalas, pero mantendrían su compleja expresividad permanentemente iguales.
Después de contemplar la obra de Francisco Vicent Galdón, y sabiendo que Guadalajara es –gracias a la actividad del Museo Sobrino en sus exposiciones monográficas una de las firmes apoyaturas del arte contemporáneo, y muy especialmente en el campo de Abstracción Geométrica, me veo obligado en preguntar ¿para cuando una exposición antológica de este artista, que además es vecino nuestro, y hacedor de una obra única personalísima?

Actividad literaria
Vicent Galdón colaboró durante años en una treintena de periódicos, revistas y publicaciones de toda España. Fue en el último cuarto del siglo XX, en aquellos tiempos en que lo impreso sobre papel tenía capacidad de llegar e influir. Y con su firma han llegado a aparecer 43 libros, fundamentalmente monografías de artistas, catálogos para museos, galerías de arte y exposiciones, pudiendo decirse que alcanzó a estar en el meollo de la creación artística de España en ese cuarto de siglo, que en el ámbito cultural podemos calificar de maravilloso. Sumó a ello su aportación al Diccionario Fórum Artis en 20 volúmenes. La Historia del Arte del siglo XX de Castilla La Mancha, La Historia de la Fotografía Española, El Diccionario de Jóvenes Artistas de la Comunidad de Madrid y una detallada Historia de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara. Completado el conjunto con sus textos informativos y eruditos sobre todos y cada uno de los sellos que emitió Correos de España entre 1998 a 2012, y su aportación informativa a los Catálogos Enciclopédicos de Sellos de España.
Francisco Vicent continúa ejerciendo su labor como crítico de arte y miembro activo de las asociaciones madrileña, española e internacional de críticos de arte, y en la naciente ACRILYA (Asociación de Críticos y Autores de Castilla La Mancha).