Vuelve la rutina tras las fiestas

Con el final de las fiestas en la capital el verano se despide por completo y cada mochuelo vuelve a su olivo. Un nuevo curso se nos presenta por delante. Nuestra ciudad ha vivido unos días de mucho ajetreo por las calles, música, toros, atracciones y chiringuitos para tomar un chorizo o un chocolate. El buen tiempo y las ganas de salir y disfrutar, más cuando ha estado prohibido por las circunstancias sanitarias, ha hecho posible una mayor alegría si cabe en los días grandes de la capital. Respecto a si la ubicación de las peñas o la feria es o no del gusto de los vecinos, cada cual tendrá su propia opinión que nunca coincidirá con la de todos, por lo que no entraremos a valorar, aunque si sea cierto que había bastante ambiente Nos alegramos de que no haya pasado nada grave en lo que a sucesos se refiere y deseamos que haya sido del agrado de una gran mayoría.

No sabemos a ciencia cierta si ya todos los trabajadores están en su trabajo o son todavía muchos los que agotan sus vacaciones, pero cuando llega septiembre podemos afirmar que se inicia un nuevo curso no solo académico, sino político, deportivo, cultural y en todos los sentidos. El año nuevo realmente empieza ahora más que en enero cuando simplemente un día sucede a otro. La política sigue su curso con problemas a los que siempre hay que prestar máxima atención y pronto el tema de las elecciones llenará los telediarios y páginas de los periódicos. El éxodo de vuelta a los lugares de donde se vino se ha completado, excepto para jubilados que se queden hasta el día de los Santos y la vida se normalizará en todos los sentidos. El posible pesimismo puede que embargue a más de uno, aunque hay que sobreponerse y buscar los alicientes de estas estaciones. Esperamos que allá donde cada uno haya pasado eso que llamamos vacaciones haya encontrado lo mejor para descansar.