Y el espíritu del Maratón resistió al coronavirus

27/09/2020 - 21:26 Óscar Izquierdo Barbas

Concluye con éxito una 29ª edición valiente, emotiva y muy especial del evento cultural más internacional de Guadalajara

Dicen que la pluma puede ser más poderosa que la espada. En este caso, las palabras aguantaron como jabatas el envite de este virus que tanto trastoca nuestras vidas y lo hicieron gracias al espíritu de un Maratón de Cuentos de Guadalajara que, afortunadamente, sigue muy vivo.

A lo largo de todo este fin de semana, se desarrolló su 29ª edición, la más especial de todas las celebradas hasta la fecha. Con sólo diez personas por cada sesión presencial, privilegiadas de poder asistir a las fantásticas y diversas historias de 15 profesionales de la narración oral, el Patio de los Leones del Palacio del Infantado acogió un Maratón gélido a ratos por la temperatura, pero siempre cálido y acogedor cuando los cuentos mandan.

Porque, quienes tuvieron la inmensa suerte de disfrutar in situ al menos unos minutos de esta 29ª edición seguro que comparten el haber sentido una mezcla de rabia y tristeza pero también de ilusión y esperanza, pues el Maratón ha logrado resistir a pesar de todo.

Viendo el vaso medio lleno, esta edición semi presencial del Maratón ha hecho posible que se haya podido seguir a distancia, a través de Youtube y en streaming, lo que seguramente ha aumentado el número de seguidores desde sus casas (más de 3.000 visitas se han llegado a contabilizar). Como también se han podido visualizar los videocuentos que, días atrás fue enviando gente amable y colaboradora desde diferentes lugares de todo el mundo.

Los alrededores del Infantado no presentaron el despliegue con el colorido y las espectaculares decoraciones de otras veces, si bien se suplió con imaginación y con una ambientación más sencilla pero igualmente evocadora y creativa, tanto con las alusiones a cuentos por calzada y aceras del paseo comercial Miguel Fluiters como con las acciones artísticas en fachadas y escaparates.

Un Maratón de resistencia

Blanca Calvo, por parte de la Organización, hizo las veces de anfitriona el viernes dando la bienvenida a los siete niños y tres adultos que formaron en esa desangelada y extraña tarde ante un afortunado público inicial y compartió “el privilegio de estar en este Maratón a pesar de las circunstancias. Seguro que, sobre todo los más pequeños, lo recordarán de una manera muy especial. En este Maratón de resistencia no nos queda otra que querernos y abrazarnos con la palabra”.

Un arranque de Maratón en el que intervino el alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, continuando con la tradición de ceder al primer edil de cada momento la oportunidad de abrir la primera sesión leyendo un cuento. Rojo reivindicó el Maratón “como seña de identidad de Guadalajara y cuyo espíritu no vamos a olvidar”, recordando las “arrugas” que nos está dejando este año y a todas esas personas que han fallecido a causa del coronavirus.

Por su parte, Concha Carlavilla, presidenta de la asociación que organiza el Maratón de Cuentos de Guadalajara, dedicó unas palabras en la clausura de este año y ensalzó de nuevo la importancia de haber podido desarrollar el Maratón aún con todas las adversidades encontradas. “Ha sido un trabajo muy intenso, con muchas incertidumbres y siempre buscando defender la profesión de la narración oral y de todo el sector de la cultura en general. No podíamos bajar los brazos y al final, aunque duro, ha resultado muy emocionante”. También recalcaba que “a pesar del frío, se logró crear un ambiente cálido porque así lo quieren los cuentos; ellos alimentan el fuego, a través de quienes los cuentan y de quienes los escuchan. El Palacio del Infantado, bajo la atenta mirada de los leones que lo guardan, volvió a dar cobijo a la palabra y a sus amantes, para recordarnos que somos una ciudad de cuento. Cuando se cuenta y se escucha un cuento, el tiempo se detiene, y sientes su consuelo, ahuyentas el miedo, y viajas con la imaginación libremente”.

La llama sigue viva

A pesar de los pesares, todos los rituales del Maratón se cumplieron. Desde el primer cuento de la edición a cargo del alcalde de la ciudad, pasando por una Palabra Viajera (difundida gracias a las nuevas tecnologías), un Festival trasladado del Teatro Moderno también al Palacio del Infantado (igual que los Monocuentos) y una Conferencia esta vez vía Internet…

Y, como broches maravillosos, dos perlas inolvidables: la primera, relacionada con el Cuento Final a cargo otros años del Seminario de Literatura, que en esta edición corrió a cargo de Soraya y su bebé Nekane, nacida en este difícil año 2020, en un canto a la alegría de la vida y a la esencia del Maratón; la segunda, con la actuación de la Banda de Música Provincial, sin público en directo pero refrendando que querer es poder y que la llama del Maratón sigue viva.

En cuanto a los 15 profesionales que pasaron en estos tres días por el escenario de este Maratón más íntimo y casi en versión familiar, pues un sobresaliente: por hacer de tripas corazón y por dar sentido a un evento que vuelve a traspasar fronteras.

Y, por supuesto, vaya de nuevo nuestro más sincero y cariñoso agradecimiento a quienes forman parte del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil y a todo su equipo de colaboradores que, nuevamente, dieron una lección de organización (velando además porque todas las medidas de higiene y seguridad se cumpliera) y de arrojo a pesar de las difíciles circunstancias, para vencer un obstáculo tan grande como el que está suponiendo esta crisis sanitaria y para brindarnos de nuevo un espectáculo cultural que sigue engrandeciendo a Guadalajara y del que su ciudadanía debe sentirse de nuevo muy orgullosa.