Un conserje que fue muy querido en el instituto Brianda de Mendoza: Pedro Romanillos
En el rincón de esta semana vamos a recordar a un conserje que fue toda una institución en el instituto Brianda de Mendoza y que era conocido cariñosamente como el señor Pedro.
El instituto Brianda de Mendoza ha cumplido este año el 50 aniversario de la apertura de sus aulas en el llamado polígono del Balconcillo, muy cercano al cementerio municipal. Este centro educativo estuvo anteriormente y desde el año 1837, en el antiguo palacio de don Antonio de Mendoza y por lo tanto es uno de los más antiguos de España.
En el rincón de esta semana vamos a recordar a un conserje que fue toda una institución en el instituto Brianda de Mendoza y que era conocido cariñosamente como el señor Pedro. Pedro Romanillos Rello nació en el año 1919 en la localidad soriana de Barcones. Cuando finalizó la Guerra Civil comenzó a trabajar como repartidor de notificaciones en la Audiencia Provincial de Teruel.
En el año 1947 solicitó el traslado a la Biblioteca Pública de Guadalajara, la cual se encontraba en el mismo lugar que el instituto Brianda de Mendoza en el palacio de Antonio de Mendoza. El secretario del instituto de aquella época, el inolvidable don Salvador Embid Villaverde, requirió sus servicios para la realización de las labores de archivero del instituto, gestión de los talonarios de traslado de los alumnos y la recaudación de las tasas escolares. Años más tarde consiguió la plaza de conserje e igualmente se hizo cargo del observatorio meteorológico que había sido instalado en el interior del instituto Brianda de Mendoza. Pedro Romanillos facilitaba diariamente la información del tiempo en Guadalajara y su provincia a los servicios informativos de Televisión Española así como a los semanarios locales Nueva Alcarria y Flores y Abejas.
En otoño del año 1972 se produjo la mudanza del instituto Brianda de Mendoza desde su antigua ubicación de la popularmente llamada calle Museo a la nueva zona del polígono del Balconcillo en la calle del camino del Cementerio, que en la actualidad se denomina de los Hermanos Fernández Galiano. Pedro era el encargado de poner a punto a primeras horas de la mañana el centro educativo con el encendido de la calefacción y apertura de las aulas para cuando llegasen los profesores y los alumnos. Era también el encargado de repartir los folios para la celebración de los tradicionales y temidos exámenes de evaluación. Existe una curiosa anécdota de un estudiante cuya familia no tenía recursos económicos para facilitarle el material escolar. Pedro que sabía la dolorosa situación de este alumno le facilitaba el material escolar con el consentimiento del director del centro. Pasados unos años este estudiante obtuvo la licenciatura de Derecho, una mañana se dirigió al instituto entregando a Pedro Romanillos varios paquetes de folios y bolígrafos para que ayudase a otros alumnos que estuvieran en la misma situación por la que él había atravesado en su época estudiantil.
Cuando a Pedro le llegó su merecida jubilación dejó una huella imborrable tanto en el seminario de profesores como en el alumnado. Incluso varios alumnos recogieron firmas y las entregaron en la Delegación de Educación para que a Pedro Solanillos se le concediera la medalla al Mérito al Trabajo por su total dedicación al instituto Brianda de Mendoza.
El 19 de noviembre del año 2002, Pedro Romanillos fallecía a los 83 años de edad y en su funeral y posterior sepelio estuvo acompañado por numerosos profesores, alumnos y antiguos alumnos que tanto cariño del señor Pedro habían recibido en su labor diaria en el centro educativo.