30 años de RTVE

14/04/2018 - 12:05 Pedro Villaverde Embid

Al principio fue un periodismo rudimentario, sin apenas medios, voluntarioso, ilusionante y al igual que ahora profesional, que busca el rigor, contrastar las noticias.

La inauguración de la nueva sede de la Unidad Informativa de RTVE en Guadalajara, hito importante en su historia, ha coincidido en el tiempo, prácticamente, con el treinta aniversario del inicio de su trabajo en nuestra provincia. Por eso el acto que tuvo lugar el martes fue un repaso nostálgico por el ayer, un reconocimiento al trabajo actual de nuestros compañeros y una exposición de los retos de futuro que pasan por las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, sirviendo además para conocer las instalaciones modernas, luminosas, con impresionantes vistas por estar en altura (que alcanzan incluso a la Campiña) y olor a nuevo, nada que ver ya con las viejas oficinas del Centro Cívico, necesitadas de reforma que parece se acometerá. Allí han estado treinta años, casi nada, el tiempo por el que se firmó el convenio con el Ayuntamiento de la capital, entonces gobernado por Javier de Irizar. Fue Félix Torcal su primer director. Hoy lo es María Antonia del Ojo a la que acompañan dos periodistas, dos técnicos y un operador de cámara. Muchas han sido, por otra parte, las personas que en estas tres décadas han trabajado en este ente público. Nos gustó ver sus caras, mucho más jóvenes claro, en el vídeo histórico proyectado. A todos, los de ayer y los de hoy, nuestro reconocimiento por trasladar las noticias de Guadalajara ya no solo al resto de España, sino por la internacionalización experimentada, a todo el mundo.
    Especialmente nos agradó escuchar a nuestros buenos amigos y grandes periodistas, Santiago Barra, primer corresponsal de TVE en Guadalajara, gracias al cual por primera vez se habló en la cadena pública, la única televisión existente entonces, de lo que pasaba en nuestra provincia y a Jesús Orea, colaborador hoy de nuestro periódico, que fue el primer corresponsal de Radio Nacional de España, desde el 1 de febrero de 1987 al 30 de diciembre de 1988, como rememoró. Entonces no había ni oficina física y las casas servían de emisoras. Era un periodismo rudimentario, sin apenas medios, voluntarioso, ilusionante y al igual que ahora profesional, que busca el rigor, contrastar las noticias, frente a la confusión y desinformación que provoca el abusivo uso de las redes sociales en las que tantos juegan a ser periodistas. Fue ocasión para reivindicar una profesión, un oficio, esencial para la democracia y para la sociedad.