50 años del Grupo Scout Apícula

El Grupo Scout Apícula cumple 50 años en 2025. Es el más antiguo de Guadalajara y uno de los más numerosos. Se rige por el Movimiento Scout Católico y es miembro de la Delegación de Scouts de Guadalajara, compuesta por otros cuatro grupos más repartidos por la provincia: Alveus (también en la capital), Nadino (Azuqueca), Ocejón (Cabanillas) y Cárcavas (Caraquiz), que funcionan y se gestionan de manera autónoma e independiente, aunque a lo largo del año realizan algunas actividades conjuntas, como el Día del Pensamiento Scout, o San Jorge, patrón de los scouts, además de colaboraciones con el Ayuntamiento de Guadalajara para ayudar en las Ferias o en la Cabalgata de Reyes. 

El Grupo Apícula, que se distingue por pañoleta verde y blanca, que simboliza la esperanza y la pureza, cuenta con entre 120 y 130 miembros. Sus participantes van desde los seis a los 20 años y su forma de trabajar es en grupos, divididos por edades. El número de participantes se mantiene todos los años en ese rango. No quieren crecer más para mantener el equilibro, la ratio de niños por monitor, y el espíritu que les mueve: la cercanía y ser como una familia. 

Así nos lo explican cuatro de los 17 monitores que actualmente forman parte del grupo: Rubén García, presidente; Cristina Vicente, secretaria; Luis Santiago, responsable de formación, y María Tavira, responsable de ‘Opción País’, o relaciones con el exterior y con los demás grupos. 

Todos ellos tienen muy interiorizada la filosofía scout: han sido scouts desde pequeños y, en algunos casos, sus padres también lo fueron. Ahora, tras los correspondientes cursos de formación, continúan como monitores transmitiendo los valores que han aprendido a lo largo de estos años. 

Y es que lo de ser scout marca. “Somos muy afortunados de poder decir que somos o hemos sido scouts porque no todo el mundo va a poder vivirlo”, confiesa María, recordando “esa sensación de levantarse con rocío, ir al campo con tus amigos, bañarte en el río o vivir experiencias únicas en la noche y experiencias personales que se quedan contigo y te acompañan toda la vida”.

Su trabajo es voluntario y altruista: “Somos una asociación sin ánimo de lucro, es todo voluntario, desde pequeños nos hemos criado con este movimiento y nos han educado de esta forma y cuando decides ser monitor, o jefe que es como nos llamamos, lo haces totalmente de forma voluntaria y altruista”, añade.

El Ciclo Solar
Los scouts de Apícula comienzan con el curso con lo que llaman el Ciclo Solar. Forman los grupos, Castores (6-7 años), Lobatos (8-10 años), Rangers (11-13 años), Pioneros (14-16 años) y Rutas (17-20 años), plantean sus objetivos, o marco simbólico, para cada una de las ramas y empiezan las actividades. 

Los interesados en participar en este grupo pueden hacerlo a través de su web www.apículamsc.com, rellenando el formulario, a lo largo de todo el año. Al empezar el curso, se les va llamando. Y parece que hay interés por formar parte de esta comunidad, puesto que todos los años se queda gente fuera. “Tenemos siempre una lista de espera de 30 o 40 niños. Esto es un revulsivo para las nuevas generaciones, es algo nuevo en su vida, les permite salir al campo, disfrutar, hacer nuevos amigos fuera del círculo del colegio, que es algo muy importante... En definitiva, lo que pretendemos es crear una gran familia donde el niño se sienta cómodo, donde pueda confiar en sus amigos y monitores”, explica Cristina.

Todos los sábados por la tarde se reúnen, de 17.00 a 18.30 horas, en los bajos de la parroquia de San Antonio de Padua, cuyo párroco, Jesús Recuero, es el consiliario del Grupo Apícula. En estos encuentros realizan juegos, dinámicas, etc., en el marco del pensamiento Scout Cristiano. Además, cada trimestre, tienen una acampada por algún pueblo de la provincia  y durante el verano organizan un campamento de 15 días todos juntos.

También realizan actividades de voluntariado, colaborando con entidades como Manos Unidas o Cáritas Parroquial, u organizando las suyas propias, de recogida de basura, limpieza de caudales, reforestación... En este apartado, hay que destacar el festival de Navidad, cuya recaudación donan a alguna asociación.

Pero ¿qué caracteriza a los scouts católicos? “Nos regimos bajo tres pilares fundamentales: uno mismo, la sociedad y la fe. A partir de ahí, vamos educando a los chicos a vivir en sociedad, transmitiendo los valores que promulga el escultismo, como el cuidado de la naturaleza, trabajar en equipo, ser resolutivo ante las dificultades, estar siempre listo… Y utilizamos el juego como base fundamental del aprendizaje, y actividades en la naturaleza”, resume Luis. 

A todo ello se une el fomento de la autonomía personal, que sepan valerse por sí mismos, la colaboración y un principio fundamental, que los mayores tienen que cuidar de los pequeños, algo que se representa en su saludo: el dedo gordo cubre al pequeño, como el hermano mayor protege al pequeño.

Todos estos valores no se olvidan, –“Somos scouts para siempre, cuando nos vamos del grupo seguimos viviendo el escultismo en el día a día”, apunta Luis–, están en el origen de este movimiento y son comunes en todos los lugares donde se ha extendido. “Si nos reunimos con scouts de Francia o de Suiza… nos entendemos porque nuestra filosofía de vida es parecida”, añade Rubén, quien quiere aclarar que los grupos scouts de Europa no tienen nada que ver con la imagen estereotipada que transmiten las películas americanas de los Boy Scouts.

Otro de los valores que María no quiere dejar de mencionar  es que creen que es posible “generar un mundo mejor con las acciones individuales de cada persona”, de ahí que transmitan el valor de compartir, de cuidar la naturaleza, etc.

50 aniversario 
Para conmemorar el 50 aniversario, el Grupo Scout Apícula tiene previsto organizar una carrera popular de cinco kilómetros para toda Guadalajara. “Guadalajara ha hecho mucho por nosotros, llevamos colaborando con la ciudad muchos años, y queremos hacer algo para ella, y queremos animar  a toda la gente a correr con nosotros, va a ser también solidaria”. También quieren tener un recuerdo para el que fue su fundador: Pedro Fraile.