75 años de Caritas

En 1947 los obispos decidieron que la actividad caritativa de la iglesia, función social que la caracteriza, requería de una estructura concreta para mayor eficacia y nació así una organización querida, valorada y valiosa hasta el punto de resultar imprescindible en una sociedad como la de hoy en la que las crisis se suceden convirtiéndose en crónicas y generando dificultades que afectan de manera más grave a las personas más vulnerables o desprotegidas. Su nombre no puede ser másacertado, caridad o dicho en latín, madre, caritas, que significa “acción solidaria con el sufrimiento ajeno” o en una segunda acepción “limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados”. Es expresión de amor a los demás, de humanidad, no hay detrás afán de lucro ni de protagonismo, ni tampoco una ideología política- por eso sus datos son comentados por representantes de todas las formaciones como sinónimo de verdad- solo brota un sentimiento de cercanía a los problemas de los demás, principalmente de carácter económico pero también en la pandemia hemos visto llevar alimentos y medicinas a las casas de personas ancianas o dependientes que sufren de soledad y hay servicios de acompañamiento para este problema social.

Hoy en tiempos difíciles nos alegramos de que exista este mecanismo para paliar algo las carencias más elementales y afrontar grandes catástrofes naturales en el mundo. Pedimos que se agradezca este servicio que la Iglesia presta a la sociedad más necesitada- uno de tantos- que facilita y mucho el trabajo a los gobiernos, felicitamos a todo el personal voluntario que lo hace posible desde distintas responsabilidades e invitamos a colaborar con Caritas- la tenemos en las parroquias- aportándoles  dinero, ropa, alimentos, tiempo…