Agosto y las fiestas
Es momento de disfrutar de lo que podamos, de vivir una cierta fiesta en un agosto siempre lúdico y anfitrión de la misma y de no perder el norte respecto a la situación que atravesamos.
Agosto es sinónimo de vacaciones, de vuelta a los pueblos, ocio, descanso y disfrute de las fiestas patronales, amén de desplazamiento a playas u otros lugares. La pandemia, que sigue sin dar tregua con dos nuevos fallecidos en los últimos días, más de una treintena de hospitalizados y demasiados contagios- solo en nuestra provincia-, ha obligado a la suspensión de los festejos de manera oficial, pero cumpliendo con la normativa, de alguna manera y en parte, se llevan adelante actos para alegría de vecinos y colonias veraniegas. Es tiempo de precaución, de concienciación de que las espadas siguen en alto, pero también de recuperar una cierta normalidad en costumbres y relaciones sociales.
Así hemos visionado videos y fotografías de las fiestas de Huertapelayo, el primer fin de semana de agosto, como manda su tradición, sin procesión, sin verbenas hasta altas horas de la madrugada, sin comidas populares, pero con misa al aire libre, música de charanga, actuaciones en la plaza, juegos y concursos. Así veremos abrir las puertas de la plaza de Las Cruces, de nuestras igualmente queridas Sigüenza y Guadalajara, pero sin encierros por las calles ni tampoco el tradicional de Brihuega. Las calles tendrán actividad, la gente volverá a reencontrarse aunque se sustituya el abrazo por un gesto o roce de codos o puños. Serán unas fiestas, por así llamarlas, a medio gas, entre la ilusión de la recuperación respecto a un funesto verano de 2020 y la esperanza de una explosión feliz en 2022, aunque los expertos avisen de que hasta el 2023 no estará vacunado todo el planeta y se mantendrán ciertas restricciones.
Es momento de disfrutar de lo que podamos, de vivir una cierta fiesta en un agosto siempre lúdico y anfitrión de la misma, de no perder el norte respecto a la situación que atravesamos ni olvidar a los enfermos y menos aún a quienes cada día siguen perdiendo la vida por esta lacra, rindiéndoles homenaje con nuestro prudente comportamiento. Agosto de contradictorias sensaciones y sentimientos que deseamos lo mejor posible. Vivan nuestros santos patrones y que nos protejan.