Al conductor insolidario e incívico le cae una reprimenda
La señora que está cruzando el paso de cebra es una mujer mayor, universal, que tiene que padecer los mismos contratiempos de accesibilidad que muchas otras y otros, de igual forma que los discapacitados.
Por eso vaya desde aquí nuestra reprimenda, a través de un tirón de orejas, o de una crítica más fuerte, ya depende de cada uno. Bien se merecía que sacáramos la matrícula, pero no queremos que recaiga sobre este incívico conductor las críticas que se pueden suceder extensivas al resto. No queremos que sea el cabeza de turco, pero sí un ejemplo de algo que no se debe hacer, porque mientras el que conduce puede buscar una zona mejor en la capital donde estacionar, la mujer de la imagen no tenía otro remedio que atravesar lo que probablemente era para ella un tramo mucho más largo que lo es para otros muchos ciudadanos.
Y siguiendo esta línea, ya puestos, otro toque de atención para aquellos que aparcan en los lugares reservados a personas con discapacidad.