Ayuntamientos de Molina-Alto Tajo y Junta piden a la CHT y CHE la revisión “urgente” de los cauces
Octubre fue el segundo mes más húmedo en 64 años en Castilla-La Mancha. En Guadalajara, estaciones como Zaorejas y Molina de Aragón registraron lluvias récord. Los barrancos y los arroyos de la comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo aunaron sus fuerzas impulsados por las históricas lluvias de la DANA del día 30 que arrasaron la Comunidad Valenciana e inundaron amplias zonas en los pueblos de la zona. Este torrente provocó el desbordamiento de los ríos Mesa, Gallo, Tajo y Tajuña, entre otros, así como el de casi todos sus afluentes.
El Tajuña se desbordado a su paso por los términos de Luzaga y Cortes.
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y del Ebro (CHE) tiene a disposición de los ayuntamientos afectados por los destrozos sendos enlaces para que puedan, rellenando un formulario de declaración responsable, tener la opción a un permiso para la limpieza de sus cauces, aunque, como señalan varios alcaldes, con los medios y presupuesto a su alcance, es una misión harto difícil. No obstante, tienen otra alternativa, que es pedir a las confederaciones que realicen actuaciones de conservación. En este caso, los primeros ediles consultados manifiestan su disgusto, la impresión de que los pequeños pueblos están olvidados por la administración estatal. Entienden que los estragos de la última DANA se podrían haber evitado si hubieran atendido a tiempo sus demandas de limpieza. Hay cauces que no han sido desbrozados desde hace décadas.
El delegado de la Junta, José Luis Escudero, durante su visita a Villel de Mesa, la localidad más afectada de la Comarca de Molina tras la crecida del río Mesa provocada por la reciente DANA, que ha inundado amplias zonas del municipio.
El delegado de la Junta, José Luis Escudero, está en contacto con las confederaciones hidrográficas del Tajo y Ebro “para poner en conocimiento la urgencia a la hora de revisar los cauces de ríos y arroyos con el objeto de retirar la acumulación de sedimentos y restos vegetales para impedir que si se producen nuevamente lluvias copiosas tengamos las consecuencias que hemos tenido con la última DANA”. Escudero señala que hay una interlocución ”fluida” hasta el punto de que este martes se desarrolló un encuentro entre la Consejería de Desarrollo Sostenible y el Secretario de Estado de Medio Natural, Hugo Morán, para poner en conocimiento del Gobierno los daños que se habían observado. “Esperamos que haya una respuesta diligente”, precisa Escudero.
El delegado informa de que en los tramos urbanos de los pueblos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, como es el caso de Villel de Mesa, que sufrió grandes inundaciones, hay autorización a los alcaldes para que puedan realizar la limpieza de cauces. Pero precisa: “Es competencia de las confederaciones”. Y añade: “Tenemos que ser rigurosos cuando hablamos de términos como limpieza de cauces, porque la vegetación de ribera ayuda a retener la escorrentía, a retener incluso la velocidad”.
En la imagen se aprecia el abandono manifiesto del arroyo de la Vega, en Saelices de la Sal.
En Saelices de la Sal, los propietarios del molino que hay debajo del pueblo se levantaron sobresaltados a las 3:00 de la madrugada del 30 de octubre. El agua, procedente de un desbordado Arroyo de la Vega, alcanzó medio metro en la planta de abajo. Bajó en tromba desde su nacimiento, en la linde entre Sotodosos y Saelices de la Sal, e inundó asimismo dos cocheras, varias paredes, cuyas piedras cayeron sobre el cauce, así como huertos y jardines, dejando los caminos de los términos adyacentes destrozados, imposibilitando el acceso de los agricultores a sus fincas. El partido de abajo de las Salinas de San Juan, Bien de Interés Cultural (BIC), se ha llenado de lodo.
JOSÉ LUIS SOTILLO, alcalde de Saelices de la Sal: “La CHT no permite el desbroce de los cauces., si hubieran estado limpios no se habría taponado el arroyo”
El agua descendía por las laderas y por la carretera que baja al molino y un camino; se juntó con la enorme corriente del río Salado y anegó todo lo que encontraba a su paso.
El alcalde, José Luis Sotillo, atribuye el desbordamiento a “la mala limpieza de los cauces, que arrastraron carrizos secos y causaron el taponamiento de dos puentes”. La CHT no permite a nadie que acometa el desbroce de los cauces desde hace años. “Lo normal es que hubiera subido un poquito, pero no se habría taponado el arroyo”, ilustra.
Instantánea de las piedras que la riada ha arrastrado en Huertahernando.
En Huertahernando, el camino de acceso al manantial de agua y elevación al depósito está cortado en dos sitios. El torrente partió la tubería de que lo abastece y originó una zanja de más de 3 metros, informa el alcalde, Juan Carlos Guerrero.
El río Salado, donde se junta con el Ablanquejo, la DANA se llevó unos tubos que regaban 30 hectáreas de cultivo en lo que era el único camino de acceso a 2.000 de las 5.000 hectáreas del término que ha quedado arrasado. Esto implica que los cazadores y los ganaderos no puedan acceder a las fincas. Los ingresos de la caza, fundamentales para las arcas municipales, se reducirán a cero.
JUAN CARLOS GUERRERO, alcalde de Huertahernando: “Hemos enviado multitud de escritos a la CHT y ni caso, creo que el río Salado no se habrá limpiado nunca”
Este año –recuerda- ha habido otras dos riadas más; una en abril y otra en septiembre. “Me pregunto qué hubiera pasado si la Confederación hubiera mantenido los cauces en mejores condiciones; hemos enviado multitud de escritos a la CHT y ni caso, creo que el río Salado no se habrá limpiado nunca”, concluye.
Así estaba el Tajuña a su paso por la localidad de Luzaga.
“El Tajuña está muy sucio”, señala categórico el alcalde de Luzaga, José Luis Ros. “Hace años que no se limpia y por tanto los carrizos nacen en el fondo del río y cuando se producen avenidas, cada vez más frecuentes, hay inundación”, lamenta. Además del último desbordamiento del 30 de octubre por la DANA, el río, entre Cortes y Luzaga, se ha salido de su cauce cinco veces este año. “Ya nos arrancó un trozo de camino grande, entre Anguita y Luzaga que reparó la Diputación; cómo habrá sido la última avenida que se ha vuelto a llevar piedras de más de una tonelada”, señala. El agua ha anegado completamente el molino y los campos; provocado el corte de la carretera. “Se ha cerrado incluso la carretera de la Hoz, en la que está el empalme entre la de Alcolea y Zafra”, describe.
JOSÉ LUIS ROS, alcalde de Luzaga: "El Tajuña está muy sucio, hace años que no se limpia y por tanto los carrizos nacen en el fondo del río”.
“Es un problema clarísimo de carencia de mantenimiento, es inaceptable es que no se limpie el río”, señala el primer edil que asegura que ha pedido varias veces a la CHT que cumpla con su función. “Estamos pensando iniciar medidas legales”, afirma, “por falta de limpieza y de cuidado y creemos que los presuntos responsables de mantener el río limpio son ellos”.
Así bajaba el agua por el Santuario de la Virgen de la Hoz.
El Gallo bajaba con una fuerza inusitada desde Molina de Aragón hasta más abajo de la Virgen de la Hoz, cuya ermita, su hospedería, se vio inundada con metro y medio de agua. “Entonces –señala el alcalde de Ventosa, Juan José Pérez- desde el puente de la Serna, un poco más abajo, hasta el pueblo, que son tierras agrícolas a los dos lados, llegó a tener una anchura sin precedentes”. Arrasó los acultivos de girasol, dejándolos inutilizables; destrozó los caminos de concentración parcelaria taponando acequias y alcantarillas.
JUAN JOSÉ PÉREZ HERRANZ, alcalde de Ventosa: “Una tormenta de estas es imparable, pero si los cauces estuvieran limpios se saldría menos el agua”
“Tenemos un problema gordo con la Confederación”, indica. “Una tormenta de estas es imparable, pero si los cauces estuvieran limpios se saldría menos el agua”, prosigue. El regidor recuerda cómo antaño el río siempre estaba limpio de broza cuando dejaban pescar los propios pescadores, porque iban limpiando por donde pasaban. “Ahora ni dejan pescar ni dejan limpiar, los pescadores ya no van”, critica, a lo que se suma que “la Confederación no hace una actuación de mantenimiento”.
El río Gallo, desbordado a su paso por Ventosa.
El río Arandilla, como todos los ríos de la zona, se desbordó. “Ha hecho algún destrozo en algún camino de Diputación y ya están en marcha, así como en huertos que estaban junto al cauce”, señala el alcalde de Cobeta, Pedro Luis Hernández. Recuerda que siempre que hay una DANA la zona que más sufre es el de la ermita de la Virgen del Montesino, que está metida en un valle y ahí derivan todos los ríos en ambos márgenes. Su camino ha quedado totalmente destrozado.
El alcalde de Cobeta, Pedro Luis Hernández Berbería, muestra uno de los efectos de la riada. “No te contestan; no se pasean por los pueblos, y dan instrucciones de que nadie toque una rama”.
Respecto al mantenimiento de los cauces el primer edil opina: “Yo creo que, como alcalde, como persona, el sentido común es lo que han hecho nuestros abuelos siempre, que han cuidado nuestros ríos con mimo; cogían los palos para sus judías y sus tomates y desbrozaban un árbol que se moría o se caía, lo cortaban y lo quitaban para que el agua pudiera bajar y no se metiera en los huertos”.
Hernández Berbería remarca que el cauce “no se ha desbordado en toda la historia, al menos en los 60 años que llevo aquí viviendo”. Sin embargo, en esta ocasión “ha llovido el doble de lo que llovía antes; es cierto que los huertos están abandonados y que nadie trabaja. Vamos a las orillas del río y nadie lo limpia porque ya no estamos allí, el río ya es salvaje y la Confederación no te deja”. El problema principal reside en que “tú les puedes escribir 20 ó 30 cartas, pero no te contestan nunca; no se pasean por los pueblos, por los ríos, y dan instrucciones de que nadie toque una rama”, lamenta.
Destaca, haciéndose eco de la satisfacción generalizada entre los alcaldes por su rapidez de respuesta, la labor de la Diputación, “compromiso con los pueblos. En el caso de Cobeta el lunes ya estuvo un ingeniero, tomando nota de los caminos tanto de tierra como asfaltados que, siendo de titularidad municipal, van a acometer con carácter de urgencia su reparación”.
El agua procedente del barranco dejó este panorama en La Loma.
La Loma está al fondo de un valle, en la parte de abajo, desde el que se precipitó una brutal cantidad de agua que pasó por el pueblo procedente de los pinares del Ducado. “Yo tengo 66 años y nunca he visto ninguna avenida parecida”, asegura Severino Sotoca, alcalde en funciones. “El río no lleva ningún mantenimiento, la CHT no hace nada más que multarte si puede y recaudar dinero”, critica.
SEVERINO SOTOCA, alcalde en funciones de La Loma: “El río no lleva ningún mantenimiento, la CHT no hace nada más que multarte”.
El agua se precipitó por un barranco, conocido como el Corral de las Piedras, “que era un bosque” y arrastró cantos, sabinas, aliagas y espinos. Bajó con tal fuerza que saltó por encima de un tubo de un metro de diámetro que había debajo del camino, arrancó sabinas y arrastró piedras de 500 kg. hasta la puerta de una nave. Los cazos de cargar áridos y las uñas portapalets que se enganchan al tractor de Severino las arrastró.