Balance de fiesta

23/09/2023 - 13:36 Pedro Villaverde Embid

Se puede hablar de éxito porque la gente ha participado masivamente en los actos, no ha habido incidencias graves, la lluvia no es culpa de nadie y las polémicas políticas no deben enturbiar la fiesta. 

Parece ya lejana en el tiempo pero apenas hace cinco días que se cantaba el ‘Pobre de mí’ de unas ferias y fiestas que estrenaban alcaldesa y equipo de Gobierno como segundo año de un modelo festivo exitoso y nada defraudó excepto la inoportuna aparición de la tan necesaria lluvia, por otra parte, también esperada. Se puede hablar de éxito porque los ciudadanos han participado masivamente de actos como los grandes conciertos de Loquillo o Lola Índigo, el segundo con muchos de los asistentes del primero acompañando a sus hijos, los vermús, convertidos en punto de encuentro de amigos y familias o los encierros por las calles, cita con prestigio nacional, así como acudido en multitud al recinto ferial y sus chiringuitos. Sorprende el poco público en citas taurinas de cierto relumbrón, pese a caer del cartel figuras y ganados, que resultaron de gran belleza artística, todo un éxito, con poca presencia de famosos, a excepción de Victoria Federica, cuyo único merito es ser nieta de su abuelo. Los bolsillos no están para estos precios, aunque sí parecen estarlo para montar a los niños a cuatro euros por un minuto en las atracciones. Es el amor a nuestros pequeños que merecen ser felices. 

Se puede hablar de éxito por la ausencia de incidencias graves que demuestran acierto en la seguridad y civismo en la gente, aunque con ciertos comportamientos lesivos. Por ejemplo ha sido necesario cambiar la foto cédula exterior de la puerta del garaje de la comunidad de vecinos en la que residimos por la humedad procedente de orines y seguro que habrá mil y una anécdotas de conductas de este tipo tan antiguas como la propia fiesta.  

  Y se puede hablar de éxito porque la lluvia no es culpa de nadie y las polémicas políticas no deben enturbiarla. Y colorín colorado la fiesta se ha acabado.