De paseo por la Sierra Norte: tierra señorial de castillos y palacios

El viaje por los Bienes de Interés Cultural (BIC) de la provincia nos lleva esta vez hasta la Sierra Norte de Guadalajara. Una zona con mucho encanto en el que hay importantes monumentos dignos de visitar, aunque las temperaturas sean bajas. Atienza es una de las localidades por excelencia de esta zona, que rezuma historia por los cuatro costados. Por ello no es de extrañar que toda ella sea un Conjunto Histórico protegido. Sus orígenes son muy remotos, tuvo su época de esplendor en la Baja Edad Media, por ella pasó Rodrigo Díaz de Vivar, fue una villa de gran fidelidad a los reyes de Castilla, llegó a tener 14 iglesias, además del castillo, murallas y torres defensivas, en el siglo XV empezó a perder importancia en favor de Sigüenza y sufrió mucho durante la guerra de la Independencia.
    

Los edificios que aún se consservan son de diferentes estilos, entre los que sobresale el castillo. Es una construcción militar de los siglos XI y XII que  destaca por tener una doble línea de murallas que se adapta a la morfología del terreno.

    Pero Atienza también es sinónimo de tradición con un nombre propio: La Caballada. Esta fiesta es Bien de Interés Cultural pero también es Fiesta de Interés Turístico Nacional. Tiene más de ocho siglos de antigüedad y se celebra el Domingo de Pentecostés. Está protagonizada por la Cofradía de la Santísima Trinidad y rememora la liberación, por parte de sus arrieros, del rey niño Alfonso VIII en el año 1162, cuando los partidarios de su tío Fernando II de León le perseguían. Así, los cofrades, vestidos con el típico atuendo y precedidos por su bandera, van en romería desde el casco histórico de la Villa hasta la ermita de la Virgen de la Estrella.     

Cogolludo
A algo más de 40 kilómetros de Atienza siguiendo la CM-1001 se encuentra Cogolludo. Nada más entrar al pueblo, lo primero que sorprende es el Palacio de los Duque de Medinaceli, situado en su plaza. Este se considera uno de los primeros edificios renacentistas de España. Diseñado por Lorenzo Vázquez de Segovia, tiene dos alturas y está organizado en torno a un patio central del que se conserva la planta baja.
    Llamativa es también la iglesia de Santa María de Cogolludo, construida entre 1545 y 1609. Es una iglesia de planta de salón con tres naves longitudinales, separadas por pilares cilíndricos. En ella sobresale la torre que está dividida en cuatro cuerpos.
    En una pedanía de Cogolludo, Beleña de Sorbe, se encuentra otro de los BIC de la zona: la iglesia de San Miguel. Se edificó en el siglo XVI sobre otra románica.Es un edificio de cruz latina y con una sola nave. Por su valor escultórico, el elemento más destacado es la portada de acceso al templo.

Jadraque
En la localidad jadraqueña, sobre un cerro a más de 900 metros del nivel del mar, se alza el Castillo del Cid. A finales del siglo VIII ya existía una fortaleza de origen islámico, que fue conquistada en el siglo XI por el Cid Campeador. Pero es a finales del siglo XV cuando la historia de la fortaleza y de la localidad cambia radicalmente al ser adquirida por Pedro González de Mendoza, el Cardenal Mendoza. El estado actual que tiene la fortaleza es fruto de la reforma que llevó a cabó el Cardenal Mendoza en 1469, en la línea de una fortaleza-palacio de estilo renacentista. El castillo perteneció a los Mendoza hasta finales del siglo XIX, que salió a subasta pública y pasó a ser propiedad del Ayuntamiento.

Iglesias y yacimientos
Uno de los ejemplos del románico rural lo encontramos en la iglesia de San Bartolomé de Campisábalos, enclavada en el centro del pueblo. Tiene planta rectangular con una sola nave, y adosada a ella la capilla de San Galindo, también de una sola nave. Este monumento fue construido en el siglo XIII.
    En la sierra destaca también como Bien de Interés Cultural la zona arqueológica Cueva de la Hoz en Santa María del Espino, pedanía de Anguita. En su interior se puede ver una destacada muestra de arte rupestre, con pinturas y grabados de la cultura ibérica.

En Villacadima: la iglesia de San Pedro Apóstol

La iglesia de San Pedro Apóstol de Villacadima, pedanía de Cantalojas, enclavada en plena Sierra, es otro de los monumentos protegidos por parte del Gobierno regional como Bien de Interés Cultural. Fue construida entre los siglos XII y XIII en estilo románico y reformada en los siglos XV, XVI y XVII en estilo renacentista.

Su planta románica original es rectangular con una nave y una torre-campanario adosada. En las reformas de los siglos XV y XVI, a la nave original se añadieron dos laterales.