Diez años sin ETA


Guadalajara no se vio fuera de los asesinatos de ETA ya que siete personas relacionadas o nacidas en nuestra provincia fueron víctimas de los etarras.

La banda terrorista ETA (Euskadi Ta Asakatasuna; País Vasco y Libertad), que algunos parece que quieren que olvidemos su existencia, entre los años 1960 y 2011 llevó a cabo 3.500 atentados con el trágico resultado de 856 asesinatos, 86 secuestros de los que 12 acabaron con la muerte del rehén y con extorsiones mafiosas consiguió recaudar entre 1973 a 1996  más de 100 millones de euros , ha vuelto a ponerse de actualidad, al cumplirse el pasado 20 de octubre el décimo aniversario en el que a través de los periódicos Gara (Somos) de San Sebastián, periódico trilingüe en español, francés y euskera y el diario Berrai (Noticias), que se edita solo en euskera en Andoain (Guipuzcoa), publicaban el comunicado y presentaban el video en el que tres etarras encapuchados anunciaban , “el cese de la actividad armada”. Posteriormente el 3 de mayo de mayo de 2018 José Antonio Urrutikoetxea (Josu Ternera) y Mari Sol Iparraguirre (Anboto) comunicaban la disolución de la banda y el simulacro de entrega de las armas. En una palabra los asesinos etarras habían sido vencidos y derrotados por  la sociedad española,  las fuerzas armadas (Guardia Civil, Policía Nacional, Ejército, Policía Local y Autonómica) y el poder judicial.

  ETA había nacido en Bilbao el 31 de julio de 1959 cuando un grupo de estudiantes radicales del colectivo EKIN ( emprender ó  acometer) escindido del PNV en 1952, al que consideraban acomodado e incapaz de presionar al Estado español la fundaron con cuatro pilares básicos: la defensa del Euskera; del etnicismo vasco; del antiespañolismo y de la independencia de lo que consideraban era Euskadi (País Vasco) Álava, Guipuzcoa, Vizcaya y Navarra de España y Lapurdi, Basse Navarre y Zuberoa de  Francia.

La primera acción terrorista de las 3.500 que llevaron a cabo a lo largo de su historia, tuvo lugar el 18 de julio de 1961, con el intento fallido de hacer descarrilar un tren ocupado por franquistas que marchaban a San Sebastián a celebrar el 25 aniversario del alzamiento nacional, con el que dio comienzo la guerra civil (1936-1939).

El primer asesinato lo cometió el 7 de junio de 1968 cuando mató en Aduna (Guipúzcoa) al guardia civil José Pardines Arcay, siendo su ultima victima el brigadier de la gendarmería francesa Jean Serge Nerin, asesinado en Villiers-en-Biere el 16 de marzo de 2010. Con estas dos muertes han sido asesinadas por ETA  856 personas, 544 por disparos, la mayoría de forma cobarde en la nuca y 312 por explosivos. De ellos 230 eran guardias civiles, 183 policías nacionales, 103 miembros del Ejército, 48 políticos (24 de AP y PP.; 16 de PSOE; 5 de UCD y 3 de UPN) ,14 ertzainzas, 10 políticos franquistas, 8 miembros de judicaturas, 3 periodistas y 254 civiles (entre ellos 59 mujeres y 23 niños).

De los 86 secuestros de la banda terrorista el más cruel fue el que sufrió Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua el 10 de julio de 1997, tiroteado en Lasarte-Oria el día 12 al no aceptar el gobierno las condiciones exigidas de traslado  de los presos. Murió  el 13 de julio en San Sebastián. El más largo lo sufrió en un zulo de Mondragón el oficial de prisiones José Antonio Ortega Lara, que permaneció encerrado en condiciones infrahumanas 532 días, desde el 17 de enero de 1996 al 1 de julio de 1997 en que fue liberado por la guardia civil.

La banda terrorista ha tenido a lo largo de los 43 años de actividad asesina a cerca de 4.000 militantes,repartidos en 200 comandos activos.La mayoría de ellos, 3.800 acabaron en la cárcel. Por su crueldad y participación en numerosos asesinatos señalamos a  Juan Lozano Lasa Mitxelena, alias Txikierdi, que pasó  28 años preso; Henri Parot, responsable de 39 muertes, entre ellas las 11 que murieron en el cuartel de la guardia civil de Zaragoza. Lleva 31 años en prisión; Inés del Río, condenada por los 30 asesinatos en los que participó, estuvo 28 años en la cárcel; Iñaki de Juana Chaos intervino en 25 asesinatos, cumplió 18 años de prisión y actualmente se encuentra huido; Antonio Troitiño, autor de 22 asesinatos, entre ellos el de 12 guardias civiles en la Plaza de la Republica Dominicana de Madrid. Estuvo encarcelado 27 años; Domingo Troitiño, autor de 21 muertes en el mayor atentado por numero de victimas acaecido en España el 19 de junio de 1987 en el Hipercor de Barcelona. Estuvo preso 26 años; José Luis Urrusolo, autor de 16 asesinatos condenado a 19 años, se encuentra en libertad; José Antonio López Ruiz “Kubati” ha estado 26 años preso por el asesinato de 12 personas y ejecución de la arrepentida de ETA Dolores González “Yoyès”; Juan José Zubieta, autor del atentado contra el cuartel de la guardia civil de Vic, en el que murieron 10 personas, 5 de ellas menores. Estuvo en prisión 22 años. Otros asesinos destacados de ETA han sido Josu “Ternera” que intervino en el atentado del cuartel de la guardia civil de Zaragoza junto con Henri Parot, actualmente en prisión y Santi Potros que participó en el atentado de Hipercor en Barcelona y en el de la Republica Dominicana en Madrid, también encarcelado.

Iñaki de Juana Chaos hacia 1970 estudió parte del bachillerato en Guadalajara  en el Colegio Lafuente Chaos (hoy residencia geriátrica en la calle del Ferial), del que era sobrino y su padre medico.Posiblemente algunos guadalajareños todavía lo recuerden y se sientan sorprendidos por su posterior actividad terrorista.

Guadalajara no se vio fuera de estos asesinatos ya que 7 personas relacionadas o nacidas en nuestra provincia fueron victimas de los etarras: El Inspector de Policía, Juan Antonio Bueno Fernández, de Maranchón, asesinado el 20 de diciembre de 1973 en Madrid junto con el presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco; Guillermo Tevar Saco, teniente coronel de Infantería, asesinado el  7 de mayo de 1981 en Madrid, enterrado en Guadalajara; el Guardia Civil de Marchamalo Juan García González, asesinado en Burguete (Navarra) el 4 de julio de 1981; el director del Banco Central Ricardo Tejero Magro, asesinado en Madrid el 19 de febrero de 1985, enterrado en Jadraque; el Policía Nacional Francisco Rivas López, de Almonacid de Zorita, asesinado en San Sebastián el 22 de mayo de 1985 ; el teniente de la Policía Nacional Julio Segarra Blanco, de Cabanillas del Campo, asesinado en Bilbao el 4 de mayo de 1983, aunque no fue asesinado por ETA sino por el GRAPO. Incluir en esta triste relación al oficial de Policía Félix García Blanco, de Robledo de Corpes, asesinado en Madrid el 10 de marzo de 1978.

Ahora ETA ya no existe. La banda de asesinos que mataba indiscriminadamente, en lo que llamaban lucha armada y solo eran crímenes cobardes, ha sido derrotada, vencida por la sociedad española, por las fuerzas de orden público y por la ley. Los terroristas que han cumplido su condena regresan a sus pueblos y les homenajean ese poco mas del 20% de independentistas que hay en el País Vasco, ante la indignación de la mayoría silenciosa que nunca les apoyó. ETA sigue teniendo en las cárceles españolas 184 presos, 160 hombres y 24 mujeres y en las cárceles de Francia hay 22 encarcelados, 17 hombres y 5 mujeres. Por eso Arnaldo Otegi, actual coordinador de Bildu y antiguo  miembro de ETA político-militar a la que estuvo vinculado desde 1977  fue encarcelado varias veces por sus actividades terroristas, secuestros, extorsiones, exaltación del terrorismo… desde su primera detención en Francia en 1983, encausado en varios procesos judiciales, ha dicho en los últimos días que su intención es sacar de la cárcel a 200 presos, es decir a la totalidad de los que continúan en ellas, después de declarar el 17 de octubre “su pesar y dolor por el sufrimiento padecido por las victimas de ETA que nunca debió haberse producido”, pero las victimas y la sociedad española desean algo más, que pida perdón, que condene la existencia  de ETA, que la considere lo que era, una banda asesina y mafiosa, impida los homenajes y  ayude a resolver los 315 casos que aun están pendientes y a encontrar para que sean detenidos y juzgados a los 26 etarras que permanecen huidos en diversos países iberoamericanos, principalmente en Venezuela, pero también en Cuba, Méjico, Uruguay, Brasil y Francia. 

Por ello, aunque hay quienes quieren que se olvide esa página negra de nuestra historia  contemporánea, es necesario seguir recordando los muchos crímenes que ETA cometió para que los conozcan las generaciones posteriores, aislar a los que colaboraron con ella y evitar  que situaciones como las vividas y sufridas no vuelvan a producirse.