Don Juan Tenorio sigue mirando al cielo para volver a ser 'Mendocino'

"Bienvenidos a este Palacio del Infantado 'especial', bienvenidos a este Liceo Caracense 'especial'. Nos hubiera gustado estar en nuestros espacios pero la lluvia lo ha impedido". Así se presentaba una función única, por muchos motivos, de este XXXI Tenorio Mendocino. Felipe Sanz, presidente de Gentes de Guadalajara hablaba desde el escenario del teatro Buero Vallejo pasadas las 21.00 horas de este sábado para presentar, junto con la directora, Abigail Tomey, algo inédito: "Por primera vez en la historia verán dos 'donjuanes' en uno- risas-". Y es que las representaciones que se iban a hacer en el Infantado, primero, y otra en el Convento de la Piedad se sucedieron con gran mérito en un mismo espacio "negro y vacío", como recordaba Tomey, y sobre las que el espectador, que ocupaba más de medio auditorio, tendría que hacer un "gran ejercicio de imaginación" para que junto a las 122 almas que saltarían al escenario, se reviviese el mito y el rito de Don Juan. "No hemos podido traer las piedras, ni los capiteles, ni las estrellas, ni laluna, ... nuestra ciudad, pero sí nuestras almas y nuestras ilusión", reflexionaba Abigail Tomey, que rápidamente dio paso a un grupo de narradores que se encargaría durante toda la función de poner en situación al espectador y recordar algunas de las escenas que no se llegarían a representar como tal. Hay que recordar que, dada la situación especial que se vive todavía a causa de la pandemia, la representación de este año se iba a realizar en dos espacios diferentes, abreviada, y en la que el aforo estaría restringido a 35 personas. Dada esta circunstancia, el cambio de planes, no vino tan mal para muchos seguidores del Tenorio, que pudieron acudir en mayor número a la función del auditorio, tras suspenderse el viernes las dos funciones del primer día. 

Y así, entre narradores de la época moderna y conversaciones de la época, caballeros, nobles, damas, clérigos, monjas, campesinos, alguaciles y demás personajes de nuestro Tenorio se fue desarrollando la conquista de don Juan a doña Inés, el enamoramiento y la tragedia, y que terminaría, como siempre, con un enorme aplauso porque estas Gentes de Guadalajara se lo merecían. "A la gente que le gusta el teatro no le cuesta imaginar. El teatro es imaginación. Es juego, Los actores jugamos a que somos otros y nos pasas cosas en lugares donde en realidad no estamos, y los espectadores juegan a que nos ven, pero no están aquí", decían.  Son muchos días de ensayo, muchas ilusiones y mucho talento puesto en los últimos días de octubre para preservar un patrimonio cultural orgullo de una provincia y que la lluvia no podía acabar con él. "Hemos perdido nuestro apellido, Mendocino, pero no nuestro espíritu", decía Abigail Tomey, pero eso fue ayer ... Hoy toca mirar al cielo, de nuevo, y ver si estos elementos que la naturaleza nos trae de vez en cuando se conjugan para dejar que las Gentes de Guadalajara representen su Tenorio, Mendocino.