El aeródromo de Robledillo mejora e impulsa su actividad con dos nuevos hangares

El aeródromo de Robledillo de Mohernando se encuentra en pleno proceso de ampliación, gracias a la ayuda de la Asociación para el Desarrollo de la Alcarria y la Campiña (ADAC), a través de los fondos europeos Leader. Se está llevando a cabo la construcción de dos nuevos hangares de 40x13 metros para ampliar y fomentar la actividad del aeródromo, con una inversión de 467.000 euros. 

“El diseño es una copia de los hangares alemanes. Todos los laterales se abren con puertas correderas. El avión entra por el lado derecho y sale por el mismo lado”, explica el presidente del Aeroclub de Guadalajara, Jesús Muela, que prevé que la obra pueda estar terminada en primavera. 

El objetivo es ampliar su actividad, promocionar esta infraestructura y darle la relevancia e importancia que cree que se merece, tal y como destaca Jesús Muela, que ha sido piloto profesional y toda su vida ha discurrido paralela al Aeroclub. El también presidente del Real Aero Club de España señala que esta instalación es “un tesoro en Guadalajara”, y recuerda que Guadalajara fue pionera y cuna de la aeronáutica en España. Reseña que el Aeroclub de Guadalajara funciona desde hace 50 años. Empezó con Rafael Borrás, con la ayuda del teniente general Vives Camino, hijo de Pedro Vives Vich, que fundó la aeronáutica en Guadalajara.

Gracias a esta ampliación, el aeródromo de Robledillo tendrá capacidad para atender nuevas aeronaves de mayor envergadura, podrá realizar nuevas actividades de formación de pilotos de vuelo de vela, ampliar la flota de las escuelas de vuelo, tener un nuevo espacio de taller de mantenimiento, mejorar las instalaciones para entrenamiento y formación de vuelos acrobáticos, y podrá tener  capacidad de organizar mayores eventos. 

Muela quiere, desde su experiencia, relanzar este aeródromo, que se dé a conocer y que se pueda hacer carrera, pues insiste en que este es el primer contacto con la aviación civil para aquellos que quieren dedicarse a esto. Quiere que tenga un carácter más profesional. Según Muela, en la actualidad hay mayor demanda de uso, tras el cierre del aeródromo de Ocaña, en Toledo, y la saturación del de Cuatro Vientos. “Podemos crecer por aquí, pueden venir aquí y los tenemos que hangarar”, explica Muela. Está convencido de que el aeródromo de Robledillo de Mohernando tiene muchas posibilidades de crecimiento y está trabajando en ello. Ya lleva haciéndolo cinco años como presidente del Aeroclub, pero sus objetivos no han podido hacerse realidad tan rápido como le hubiese gustado, pues señala que los procedimientos de la administración son lentos y “está costando”. Muestra de ello son las obras que están realizando actualmente. Estaban planificadas desde hace varios años, pero la subida de los precios hizo que tuvieran que renunciar a ellas en un primer momento. Ahora son casi una realidad gracias a la ayuda de ADAC. Jesús Muela reconoce que sin este apoyo hubiese sido imposible afrontar la obra. “Incluso con la ayuda estamos muy apretados, se nos queda corta”, insiste. El Aeroclub de Guadalajara cuenta en la actualidad con 170 socios.