El alto de Cela en un pueblo con más damas y zagalas que hidalgos
Resulta difícil comenzar a hablar de esta comarca y no mencionar al Nobel, Camilo José Cela. Cuando él se plantea en la primavera de 1946 iniciar un libro de viajes, recorriendo una de las zonas rurales donde menos huella hubiese dejado el llamado progreso, sus amigos le recomiendan acercarse a La Alcarria. "Así nace el famoso "Viaje a la Alcarria", en el que Cela describe esta tierra como "un hermoso país al que la gente no le da la gana ir", se recuerda desde la web de Diputación de Guadalajara en su recomendación turística bajo el título de “Ruta Alcarria y embalses”.
La Institución provincial inicia el itinerario por Torija, localidad sobre la que Camilo José Cela, en su Viaje a la Alcarria, detalla: “A la entrada de Torija unas mujeres cantan mientras lavan la ropa. Al ver pasar el carro, paran un momento en la faena y dicen adiós con alegría, sonriendo. Torija es un pueblo subido sobre una loma. Un parador. Tres casas. Cuatro mulas. Cinco damas. Seis hidalgos. Siete zagalas. El camino de Brihuega va a la derecha. Por el de Zaragoza bajan dos mozas”.
La villa alcarreña tuvo gran importancia estratégica en otro tiempo, al ser uno de los pasos naturales que desde la submeseta va hacia Aragón. La plaza de la iglesia es un bello ejemplo de arquitectura popular, con soportales y capiteles alcarreños del s. XVI. A ella da el ábside de la iglesia, del s. XVI, restaurada en el XVIII, encontrándose en el presbiterio los enterramientos de los primeros vizcondes de Torija; un bello retablo del s. XVII, procedente de Santa María de Atienza, y en el costado norte, la capilla fundada por don Bernardino de Mendoza, del s. XVII.
El edificio de mayor interés es el castillo; lo que queda de él es del s. XVI, recientemente reconstruido. Se ha instalado un museo dedicado a la obra de Camilo José Cela Viaje a la Alcarria.
Después nos dirigimos a Brihuega pleno corazón de la Alcarria, villa histórica y monumental enclavada en un entorno paisajístico excepcional del valle del Tajuña. El conjunto del casco antiguo conserva construcciones de gran interés histórico-artístico. A la entrada se alza el rollo jurisdiccional y gran parte del recinto amurallado. Del s. XVIII es la ya citada Real Fábrica de Paños, de arquitectura circular, con puerta barroca y románticos jardines de estilo versallesco.
Nos disponemos ahora a recorrer el Valle del Tajuña en dirección a Cifuentes; el curso del río ofrece mínimos desvíos para visitar algunas aldeas de gran encanto como Civica, en la que hay que destacar un conjunto urbano con grutas, manantiales, terrazas, paseos... Llegamos a Cifuentes, situada en el páramo alcarreño entre los valles del Tajo y el Tajuña, de gran monumentalidad y centro de una comarca de bellos parajes. Su nombre proviene del gran número de sus manantiales. Magnífica zona de pesca y criaderos de truchas. De aquí nos desviamos hasta Trillo en cuyo término encontramos el magnífico paisaje de las Tetas de Viana, dos montes o cerros testigos gemelos. De gran interés en Trillo es un puente gótico, junto al Tajo, de origen remoto, utilizado, quizás, por romanos y en la Edad Media.
Seguimos la carretera, bajando hacia el sur para ahora acercarnos bordeando los embalses a Durón, pequeño núcleo urbano rodeado de magníficos paisajes donde abundan las casonas y palacios del s. XVI al XVIII y cuenta con una iglesia parroquial (s. XVII) con importante portada barroca, una ermita y una fuente también barrocas y un rollo del s. XVI.
Cruzamos al otro lado del pantano y nos encontramos con Pareja, donde se puede disfrutar de maravillosas vistas sobre el embalse de Entrepeñas y su vegetación típica de la Alcarria.
Descendemos hacia la población alcarreña de Sacedón, situada entre los embalses de Entrepeñas y Buendía y que ha conocido un considerable auge como punto de referencia para la práctica de todo tipo de deportes naúticos y para la pesca (lucio, carpa).
Continuamos rumbo al sur hasta llegar a Anguix donde lo más sobresaliente es el castillo levantado sobre una peña que corona un profundo baranco por el que discurre el Tajo, represado por el embalse de Bolarque. Continuando el rumbo del Tajo nos encontramos con Sayatón, importante enclave paisajístico, Almonacid de Zorita, importante conjunto de trazado medieval y Albalate de Zorita,con una iglesia parroquial de San Andrés que es del s. XV-XVI.
Muy próximo encontramos Zorita de los Canes, situada en un alto peñón a la orilla izquierda del Tajo. Su castillo, del s. XII y XIII, tiene una magnífica dpanorámica de las aguas del Tajo. Pero lo más destacable son las ruinas de Recópolis, ciudad visigoda mandada construir por el rey Leovigildo en el año 578, en honor de su hijo Recaredo. Es uno de los pocos núcleos urbanos que nos legó la sociedad visigoda.
Continuamos nuestro viaje hacia Mondéjar, una villa que posee un importante patrimonio arquitectónico.
Volvemos sobre nuestros pasos para ahora dirigirnos a una de las más importantes poblaciones de Guadalajara: Pastrana, situada entre el Tajo y el Tajuña, villa alcarreña, de trazado y ambiente medieval y declarada conjunto histórico, que cuenta con importantes monumentos y densa historia.
Acabamos nuestro recorrido en Horche, a escasos 14 kilómetros de la capital.
Fuente: Diputación de Guadalajara