El arzobispo de Toledo pide en Guadalajara que los jóvenes sean "testigos valientes del Evangelio"

El desapacible tiempo hizo cambiar en el último momento el lugar de la misa multitudinaria que se iba a celebrar este domingo como colofón del  Encuentro Regional de Jóvenes Cristianos. Del parque de La Concordia se pasó a la parroquia de San Juan de Ávila. Este pequeño contratiempo no apagó los ánimos que vivieron los cerca de 1.000 jóvenes durante el fin de semana. Vecinos de distintos puntos de Castilla-La Mancha, disfrutaron en Guadalajara de un encuentro para estrechar lazos de amistad, conocer nuevos compañeros de fatigas y también para gritar al mundo que son cristianos porque quieren serlo.
    Eso fue lo que les dijo el arzobispo de Toledo,  Braulio Rodríguez durante su sermón. “¿Qué hemos venido a hacer aquí? Hemos venido a ser cristianos y a decir que Jesús nos ama, que ha resucitado”. Es importante, como subrayó el arzobispo, “que sepamos querer, porque si no, nos dispersamos en una dirección contraria”. Por ello, pidió a todos los presentes, entre los que también estaban el alcalde, Antonio Román, y otros miembros de la corporación municipal, que se alejen del “extravío”. E instó a “vivir juntos la misericordia de Dios y hacer por los demás lo que Dios hace por nosotros”.
    Y dirigiéndose expresamente a los chavales, Braulio Rodríguez les indicó que tenían que ser “testigos valientes” del Evangelio. “Encontraréis dificultades porque no quieren que seáis cristianos”. Primero ellos mismos, dijo, pero también los demás, en referencia a un mundo, el de la juventud, cada vez más alejado de la Iglesia. “Tenéis que sentir que es un orgullo ser cristianos”. Porque, parafraseando a Juan Pablo II, “se puede ser católico y moderno”.