El bombero Luis Revuelta acaba de salir rumbo a Polonia
Luis Revuelta, bombero de la Diputación, junto a un compañero, una persona jubilada y un guardia civil, acaban de partir desde Guadalajara, rumbo a Varsovia, para llevar ayuda humanitaria, y, a la vuelta, regresar con 50 ucranianos.
Les separan 2.800 kilómetros de ida, otros tantos de vuelta y un total de 70 horas de viaje. Van a bordo de un autobús y una furgoneta de apoyo para asistir a los refugiados hasta los topes con sillas de retención infantil para que los coches puedan seguir su trayecto por Europa, medicinas, comida no perecedera, productos de higiene y leche materna.
Ya viajan de camino hacia el corazón de Europa para ayudar a parte de las familias que ya se encuentran, o que llegarán a un centro de acogida que se ha instalado en la capital polaca. Su iniciativa la agradecerán las 50 personas entre mujeres y niños que llegarán a España. Por desgracia –señala- no habrá hombres; todos ellos están en la guerra.
Este lunes cogerán a las familias que estén dispuestas a venir a España según vayan aterrizando y que previamente se hayan registrado en el centro de refugiados. A ellas se sumarán dos casos especiales: el de una mujer embarazada con su hijo que huyen de la guerra, y el de otra familia a la que la contienda ha pegado de lleno en su estructura, que ya están previamente acordados.
Durante el transcurso del viaje de vuelta proporcionarán sus datos a la embajada española, de tal manera que aquellos que quieran ir a Cruz Roja lo hagan, mientras que otros irán a convivir con familias que les están esperando –hay algunos que son hijos adoptivos de padres y/o madres que les acogieron por el desastre de Chernóbil- o bien realizarán las gestiones oportunas para regularizar su situación, encontrar una vivienda o lo que estimen más oportuno a la llegada, como por ejemplo, solicitar el apoyo de organizaciones humanitarias de refugiados, el de la plataforma con la que colaboro u otras organizaciones, como es el caso de Accem.
Harán una primera parada de vuelta en Barcelona, ya que en Cataluña hay muchos ciudadanos de Ucrania residiendo, posteriormente, tras hacer un alto en Guadalajara para todos aquellos que se quieran quedar en la provincia, el periplo se finalizará en Madrid, en las instalaciones de la Cruz Roja. Todo se hará de tal forma –informa Revuelta- “de que tengan el mayor abanico de opciones humanitarias y de transporte posibles para que cuando aterricen puedan escoger”.