El Hospital y los reyes
El 14 de septiembre pasa así a la historia de Guadalajara por una visita real, pero particularmente por incorporar a nuestras infraestructuras provinciales un edificio moderno, actual, amplio, que incorpora unidades y servicios como es el nuevo Hospital.
Escribir hoy sobre reyes, con el cuerpo todavía presente de la que fue sin duda el mejor exponente posible de lo que debe ser esta figura, ejemplo de servicio al pueblo, discreción, temple, elegancia, neutralidad en asuntos políticos, polémicos e incluso escándalos familiares, perseverancia y desempeño fiel de una responsabilidad convertida en vocación, es rendir reconocimiento a Isabel II, que es ya un icono de la historia. Y expresado este homenaje, vaya nuestra satisfacción por la visita de los monarcas españoles a Guadalajara a un acto muy esperado por lo dilatado en el tiempo y lo necesario de la infraestructura.
Por fin se inaugura la ampliación del Hospital Universitario significando la modernización del servicio público más vital para los ciudadanos en todos los sentidos pues ganaremos en espacios, accesibilidad, áreas y unidades, comodidad, intimidad y calidad pues aun cuando ya al frente del viejo edificio- con el que se afrontó a la pandemia con éxito- hay grandes profesionales, de reconocido prestigio en el sector a nivel nacional en sus especialidades, disponer de más tecnología, mejor maquinaría, consultas más amplias, en definitiva, medios más apropiados, revierte en la buena atención a los pacientes.
El 14 de septiembre pasa así a la historia de Guadalajara por una visita real, pero particularmente por incorporar a nuestras infraestructuras provinciales- pues desde aquí se atiende a toda la provincia, más vecinos procedentes de Madrid sin tarjeta sanitaria en la región, muchos residentes en el Corredor- un edificio moderno, actual, amplio, que hace posible la incorporación futura de unidades y servicios, mejorando de manera cuantitativa y cualitativa esta prestación.