El sueño de recuperar un viejo poblado cercano a una antigua nuclear

05/03/2023 - 11:48 Diana Pizarro

El poblado de la casi desmantelada central nuclear de Zorita, en Almonacid de Zorita, podría volver a albergar vida. Al menos ése es el sueño de un grupo de personas que tienen vínculos con este poblado, creado en su momento para acoger a los trabajadores de la instalación.

Uno de ellos es Luis Montes Granada, ingeniero industrial que vivió allí desde los tres hasta los 23 años, tanto como hijo de trabajador como empleado de la central. Él representa a una veintena de personas que lleva un par de años en conversaciones con Naturgy para adquirir el poblado, el terreno, sus 59 viviendas – chalets, adosados y en dos alturas– y la residencia. 
    “Todo empezó hace unos cuatro años cuando nos juntamos en Zorita para comer un grupo de antiguos niños y amigos del poblado”, explica Montes. En la sobremesa se decidieron a visitar sus antiguas casas, lo que les trajo muchos recuerdos, pero también les provocó tristeza “por lo abandonado que estaba todo”. Así fue como entraron en contacto con Naturgy y elaboraron un proyecto –“está prácticamente terminado”–. Sin embargo, “nos hemos encontrado a última hora con un muro: el ATI –almacén temporal individualizado–”, señala Montes, en relación al séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR). “Según este plan, no podríamos vivir tan cerca del almacén”, señala. 
    En ese proyecto hacen hincapié en que el ATI se encuentra a una distancia “un poco mayor” de 100 metros del poblado en su zona más cercana y que se realizó en una época en la que “todavía” vivía gente en el poblado, “sin que ello supusiera ningún problema”. “Está vigilada por personal de seguridad que se colocan en la carretera de entrada enfrente del ATI a unos 50 metros del mismo y allí se pasan las ocho horas de trabajo generalmente sin ningún peligro de ningún tipo para ellos mismos”.
    El precio de compra del poblado en su totalidad rondaría,  según calculan ellos mismos, los 5 millones de euros, a lo que habría que sumar una considerable inversión para introducir todos los suministros necesarios, “dado que antes venían de la central”, y la rehabilitación de las viviendas, “pues están en un avanzado estado de abandono. La central nuclear cerró en 2006, pero el poblado ha seguido acogiendo gente hasta hace algo más de una década, debido al desarrollo de los trabajos de desmantelamiento.


    Para saber en qué queda este proyecto, este grupo quiere tocar la puerta de las diferentes administraciones, incluida la del Ayuntamiento de Almonacid, término en el que se encuentra el poblado que, de cumplirse el objetivo de reactivarlo, se convertiría en una urbanización del municipio. “Pero, tras avanzar la aprobación del Plan General de Residuos Radiactivos, se paralizó la negociación con Naturgy”.
    Según Luis Montes, devolver la vida al poblado, que en su día acogió a  unas 300 personas, sería una “muy buena noticia” para la zona. De lo contrario, “lo único que le espera es la demolición”. La rehabilitación, tal y como recoge el proyecto presentado ante empresa y administraciones, supone no sólo introducir de nuevo todos los suministros y reconstruir las edificaciones, también la desconexión definitiva de la central y, por tanto, de sus plantas potabilizadora y depuradora de agua. Electricidad, fibra óptica, jardinería, aceras y viales, numerosas instalaciones deportivas y de ocio... todo esto forma parte de un ambicioso proyecto que se presenta como una oportunidad para esta zona rural y que, por tanto, aspiraría a lograr fondos europeos.
    Esos anhelos de regresar a la infancia chocan, no obstante, con la realidad. Desde Naturgy, empresa propietaria de los terrenos, recuerdan que hay que tener en cuenta que el poblado se encuentra vinculado a la parcela de la central, “con uso asociado al trabajo que en ella se desarrollaba, y que actualmente no dispone de servicios, puesto que se van desmantelando al mismo tiempo que la central”. Esto es uno de los impedimentos para la reactivación del poblado, aunque el principal es, como saben los promotores de esta iniciativa, el hecho de encontrarse al lado del almacén de residuos de combustible de la central, “que permanecerán allí temporalmente tal y como se establece en la última revisión del Plan General de Residuos Radiactivos, pendiente de aprobación”.
     Por tanto, mientras no se clarifique la gestión definitiva de este almacén y finalice el desmantelamiento de la central nuclear, “la compañía no podrá tomar ninguna decisión sobre el destino de las viviendas del poblado”.
    Por parte del Ayuntamiento de Almonacid de Zorita, término municipal en el que se encuentran los terrenos del poblado, reconoce que habitarlo de nuevo sería “casi un logro”, dado que la mejora que se necesita es “muy grande”. La alcaldesa, Beatriz Sánchez, se ha reunido un par de veces con este grupo de antiguos residentes del poblado, y aunque señala que “sería algo positivo para el pueblo, no nos podemos engañar: era la central la que sustentaba ese poblado”.