Festivales y plantas aromáticas

10/07/2017 - 18:23 Redacción

Precisamente la complicidad vecinal en el desarrollo de las tres citas de julio hace posible el viaje en el tiempo.

La provincia se reencuentra con su pasado, da a conocer su historia y de paso se organizan jornadas festivas que animan al turismo. Estamos en el mes de julio, tiempo de festivales.  Sigüenza ha acogido este fin de semana las Jornadas Medievales que recuerdan la figura de doña Blanca de Borbón, recluida en el castillo durante cuatro años. La Asociación Medieval de Sigüenza, apoyada por el Ayuntamiento, la Diputación y numerosas empresas, recrean no solo aquel capítulo sino además lo que fue la Edad Media en una ciudad que rezuma belleza y arte en cada piedra.  La semana pasada el punto de atención fue el Festival Medieval de Hita, con declaración de Interés Turístico Nacional y reconocimiento como único también, aunque falte la declaración, a nivel internacional. La idea magistral de Manuel Criado de Val hace ya 57 años de rendir cuentas con el arcipreste, Juan Ruiz, y el Libro del Buen Amor a través del teatro, las justas de caballeros en el Palenque, la música tradicional, oficios, mercados... hace que las empedradas y empinadas cuestas  rebosen de público. La próxima semana tocará el turno al Festival Ducal de Pastrana donde se recuerda como el amor entre la Princesa de Éboli y don Ruy Gómez de Silva, I Duque de Pastrana, transformó una aldea medieval en una prospera e industrial villa ducal. Distintos episodios del medievo son recreados en representaciones teatrales en las que se implica todo el pueblo. Precisamente la complicidad vecinal en el desarrollo de estas tres citas hace posible el viaje en el tiempo. El mes de julio también nos dejará, por ejemplo, bellas imágenes en  las fiestas de El Carmen en Molina o la procesión con la Virgen por el lago de Bolarque. Últimamente se ha incorporado a la variada oferta la contemplación de los campos de la Lavanda en Brihuega.  Por primera vez el Gobierno regional subvencionará el cultivo de plantas aromáticas  con una línea de ayudas que ya han solicitado trece cultivadores en la provincia. En Guadalajara hay mucho que ver y hacer. Lo  debemos aprovechar como motor de desarrollo rural.