Gracias al humo de esta chimenea se reducen hasta un 94% las emisiones de CO2 a la atmófera

En las redes sociales y en algunos medios, han puesto el foco de atención en el humo que sale periódicamente de la chimenea que la Red de Calor tiene en el polígono el Balconcillo, preguntándose si será tóxico o no. Y lo cierto es que, según ha podido saber Nueva Alcarria, se trata de emisiones que al usar biomasa y gracias al sistema aplicado, ayuda a evitar hasta un 94% de las emisiones de CO2. ¿Es humo? sí, ¿contiene CO_²? sí, pero 10 veces menos que si sumásemos las calderas comunitarias necesarias para producir la misma energía.

Lo primero que nos hacen saber desde la empresa es que la Red de Calor somete el aire a un filtrado que consta de tres pasos: un primer filtro elimina las partículas de mayor tamaño y peso, mientras que el siguiente se encargar de las más finas. El equipo de recuperación de calor contribuye a rebajar la temperatura de ese vapor de agua que posteriormente sale por las chimeneas a 100º.

En el caso de las calderas convencionales de gasóleo y gas, no existe un proceso de filtrado, por lo que los humos salen directamente a la atmósfera con todos los elementos contaminantes y a una temperatura de 180º muy perjudicial para la atmósfera.

En cuanto al ahorro de emisiones, una comunidad de 50 vecinos alimentada con sistemas convencionales de gas emite 100,8 toneladas anuales de CO2, mientras que la generada por biomasa emite 7,2 toneladas anuales, lo que supone una reducción del 94% de las emisiones de CO2.  Y en el caso del gasóleo, esa reducción podría ser también del 94%, ya que las emisiones provocadas por el uso de gasoil sería de 124,5 toneladas anuales de CO2.

Así, la Red de Calor servirá para evitar las emisiones equivalentes a 300 calderas comunitarias de gas y gasoil o, lo que es lo mismo, a evitar la emisión de 15.000 toneladas anuales de CO2, que equivales a las producidas por 10.000 coches.