Guadalajara ha pasado el segundo invierno más cálido, solo superado por el de 2019
También ha sido húmedo, con una precipitación del 108% del valor normal.
La temperatura media del invierno que acaba de concluir ha sido de 6 grados y ha estado dos grados por encima del valor normal de este periodo tomando como referencia los años entre 1991 y 2020. Ha tenido un carácter muy cálido y se ha convertido en el segundo invierno más cálido de la serie que comienza en 1961, junto con el de 1989-1990, y solo por detrás del de 2019-2020.
En cuanto a las temperaturas máximas, la media fue de 11 grados, con una anomalía positiva de 1,9 grados, por lo que han sido muy cálidas; y la temperatura media de las mínimas fue de un grado, estando 2,1 grados por encima de lo normal, y siendo también muy cálidas.
En cuanto a las precipitaciones, el invierno fue húmedo, con una precipitación media de143.2mm, que supone un 108 por ciento de su valor de referencia (periodo 1991 a 2020). Por meses, diciembre fue seco, pues las precipitaciones recogidas fueron el 51 por ciento de su valor de referencia; enero fue muy húmedo, en el que las lluvias supusieron el 159%; y febrero fue húmedo, en el que las precipitaciones fueron el 127% del valor de referencia.
El invierno ha estado marcado también por vientos fuertes. El principal episodio se produjo el 17 de enero tras el paso de la borrasca Irene, cuando se alcanzaron los 92 Km/hora en Zaorejas.
Además, en este invierno, en Molina de Aragón se han registrado siete días de nieve, cinco en enero y dos en febrero.
La delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, presentó el viernes en Toledo el balance meteorológico del invierno en la región, junto con la delegada territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Eroteida Sánchez.
La región, en su conjunto, también ha tenido un invierno muy cálido, el segundo invierno más cálido desde 1961, con una temperatura media de 7,8 grados, que supone una anomalía positiva de 1,9 grados.
En cuanto a las precipitaciones, ha sido un invierno húmedo, con una precipitación media de 127,1 litros por metro cuadrado, que representa el 97 por ciento del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020. Fue el décimo otoño más húmedo del siglo XXI.
Durante este invierno además ha habido cuatro borrascas de gran impacto: Irene y Juan, en enero; y Karlotta y Louis en febrero. Cada una de ellas dejó registros relevantes en diferentes puntos de Castilla-La Mancha: el 17 de enero, la borrasca Irene registró puntas de 93 km/h en Los Llanos (Albacete); la borrasca Juan dejó 66,4 litros por metro cuadrado en El Robledo (Ciudad Real); con Karlotta, el 8 de febrero, se recogieron 40,8 litros por metro cuadrado en el Pantano de El Vado; y la borrasca Louis dejó vientos de 85 kilómetros por hora en Toledo el 25 de febrero.
Tras un fin de semana con temperaturas altas, a partir de hoy se prevé un descenso de las temperaturas –las máximas bajarán hasta 10 grados– y precipitaciones.
La predicción estacional para abril, mayo y junio recoge una lata probabilidad, entre el 60 y el 70 por ciento, de que la temperatura sea superior a lo normal.