Guadalajara y París

15/08/2024 - 19:40 Pedro Villaverde Embid

Siempre es un gusto que deportistas de la tierra, nacidos, oriundos o adoptivos, hayan estado en la cita. 

El domingo acabaron los Juegos Olímpicos de París que nos dejan una presea más que las dos anteriores citas olímpicas pero sin igualar las 22 de Barcelona. Éxitos y decepciones. De todo, con tanta disciplina deportiva y tan amplia delegación española, hemos tenido. Gracias a todos nuestros representantes. Y bajando al terruño nos gusta que deportistas de la tierra o adoptivos hayan estado en la cita. La mayor alegría ha sido la que nos ha proporcionado Jordan Díaz que ha hecho historia logrando un oro en triple salto, con solvencia, ofreciendo una gran imagen. Su compañera de equipo, Ana Peleteiro, no tuvo igual dicha. Ambos entrenan bajo las órdenes de una leyenda de este deporte como es Iván Pedroso. Pero no han sido los únicos. Nuestro buen amigo Jesús Peinado, y su hijo Mario, también han estado en la capital francesa con varios atletas de su equipo. No han disputado finales olímpicas, pero solo el hecho de clasificarse para unos juegos es un plus a resaltar en la trayectoria de cualquier deportista. Junto a estos buenos entrenadores tenemos un tercero en nuestra ciudad, Luis Felipe Méliz, con su propio club.   

  También el portero de la selección española que ha logrado el oro olímpico tiene origen molinés pese a su apellido vasco. Alejandro Iturbe se colgó la medalla. Le vimos contra Egipto. “Agilidad, seguridad aérea y reflejos en el uno contra uno. Es un grande, cuestión de tiempo”, decía el comentarista José Antonio Martín Otín de su juego, como reflejaba en su artículo ‘Porterazo’, el pasado mes de enero, Antonio Yagüe. En la selección también ha jugado otro oriundo molinés, Pablo Barrios, al que se pudo ver jugar al fútbol de niño por las calles de Maranchón. Y aunque no haya estado en los juegos hay otro gran cancerbero, nacido en Marchamalo, Juan Carlos Martín Corral, que jugará esta  temporada en la Champions, con el Girona. 

 Y volviendo a los olímpicos no podemos olvidar que en 2004, Sonia Reyes conseguía un diploma olímpico en Atenas, rozando la medalla de bronce. Sigamos promocionando a nuestros deportistas y clubes para tener visibilidad en el mundo. Enhorabuena a todos y perdón a los que hayamos omitido, por desconocimiento.