Illa afirma que la vacunación de COVID empezará en enero y no será obligatoria

21/11/2020 - 12:02 Europa Press

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado que el plan de vacunación contra el COVID-19 empezará en enero de 2021 y no será de carácter obligatorio para toda la población: "Los expertos recomiendan que no sea obligatoria porque podría ser contraproducente".

En una entrevista este sábado en Rac1 recogida por Europa Press, Illa ha defendido que ya existe un alto nivel de concienciación por parte de la ciudadanía que permitirá que la vacuna tenga buena acogida por parte de la población, algo que "ya será suficiente".

Según Illa, el plan de vacunación dará comienzo a principios de 2021 y la intención es "tener a la mayoría de la población inmunizada" entre los meses de mayo y julio del mismo año.

Ante esta situación, ha sostenido que el sistema sanitario "está preparado y en condiciones" para garantizar el acceso de la vacuna, y ha destacado que actualmente hay 13.000 puntos de vacunación en el territorio español y que en anteriores ocasiones se ha podido vacunar de la gripe a más de 14 millones de personas en 9 semanas.

VACUNA A NIVEL EUROPEO

El ministro ha afirmado que se está impulsado una estrategia de vacunación a nivel europeo que permitirá que se distribuyan en todos los países de manera equitativa y siguiendo los mismos tempos: "Es un ejercicio de coordinación notable".

Ha destacado la efectividad de las vacunas Pfizer, BioNTech y Moderna: "Son las dos que presentan una tecnología innovadora que han dado resultados que han sorprendido a los expertos".

DESESCALADA EN CATALUÑA

En relación a la desescalada en Cataluña a partir del lunes 23 de noviembre, ha defendido que el levantamiento de restricciones de manera progresiva es prudente, aunque ha pedido responsabilidad ciudadana: "Debemos ir con mucha prudencia para evitar tomar medidas que nadie querría".

En ese sentido, ha llamado a la ciudadanía a mantener "la guardia alta" y a seguir cumpliendo las medidas sanitarias para frenar los contagios de COVID-19 y para evitar una relajación que suponga un repunte de casos.