“La gente no sabe que desde aquí se controlan las instalaciones de la base en la Antártida”
El coronel Rodolfo Arroyo avanza que los alumnos de FP de Guadalajara podrán hacer sus prácticas en el Parque de Ingenieros de Guadalajara.
Guadalajara vivía, el pasado sábado, un día a la altura de las grandes ocasiones. La plaza de España era testigo de la entrega de la Corbata de la Ciudad del Ayuntamiento de Guadalajara al Parque de Ingenieros, con motivo del 25 aniversario del regreso de esta unidad y su vinculación con la ciudad, así como en reconocimiento a su trabajo comprometido. Honores militares para una cita con la historia y el Ejército de Tierra.
Coronel, ¿qué significa para ustedes recibir la Corbata de Bandera de la Ciudad de Guadalajara?
Es un inmenso honor. Se trata de un reconocimiento que hace la asociación civil, a través del Ayuntamiento, que reconoce nuestra labor y, eso, es muy bonito. Nosotros trabajamos para el ciudadano y que sean ellos quienes lo reconozcan es muy importante para nosotros.
Como dice, los militares están para servir a la ciudadanía, y precisamente por causa de fuerza mayor, por servir al pueblo valenciano que acaba de sufrir los estragos de la dana de octubre, no la pudieron recibir cuando estaba previsto. Cuéntenos, ¿cómo fueron esos días de alerta para ustedes?
Efectivamente, el Ayuntamiento había previsto hacernos la entrega hace meses pero la dana asoló parte de la Comunidad Valenciana y de Castilla-La Mancha y, desde el minuto 1, el Parque estuvo implicado. Dentro de la desgracia, ha sido una manera de demostrar lo que hacemos y para lo que servimos. Rápidamente movilizamos a todo el personal para que estuviera en el Parque y nos desplegaron en la zona. Llevamos material para remover tierras, lodo,... y maquinaria civil. Ha sido una misión muy demandante, sobretodo el primer mes. Tuvimos la suerte de adelantarnos porque en el despliegue preposionamos todo el material, fundamentalmente ruedas, que empezaron a reventarse. El conductor no sabía donde pisaba, todo estaba lleno de lodo. La primera semana contamos 62 ruedas destrozadas, gracias a la previsión pudimos hacer frente a ese momento de suma necesidad.
Trabajaron en una zona devastada, ¿se está preparado para ello igualmente?
En España tenemos a la UME, donde estuve once años, que es la que se encarga de actuar en estos casos y unos de los réditos que recibes es el agradecimiento del ciudadano porque has salvado su huerto, su casa, ... pero nosotros, no tenemos la suerte de tenerlo en primera instancia. Para nosotros esta intervención en Valencia ha sido muy relevante, un impulso de moral para nuestro personal. Somos militares, pero somos logísticos. No estamos siempre en primera línea de fuego, por así decirlo. Poder ayudar en un caso tan extremo de necesidad como lo que pasó en Valencia ha sido un orgullo. Ver a la gente, de edad, sintiéndose orgulloso de ayudar al ciudadano es algo que no tienes en el día a día. Tengo que decir que todavía hay personal allí desplazado.
Llevan 25 años en la ciudad de Guadalajara, forman parte de ella. Aunque usted sólo lleva un año y medio está al tanto. ¿Qué momentos destacaría de todo lo vivido?
Al hilo de lo que veníamos hablando con esas graves inundaciones de Valencia, también fuimos movilizados con la gran nevada, con Filomena, o la Operación Balmis, en pandemia. En esta ocasión, reconvertimos los robots de desactivación de explosivos en robots de limpieza para zonas infectadas. Dentro de la desgracia que supone intervenir en una catástrofe o una emergencia, la satisfacción del deber cumplido se multiplica cuando lo haces al lado del ciudadano. Y si nos remontamos a fechas anteriores, puedo hablar de otros momentos claves. Esta unidad está especializada en llevar energía a los campamentos Afganistán, Líbano, Eslovaquia, somos los responsables de que tengan electricidad. En Afganistán, en mitad del desierto no hay electricidad. Y también tenemos participación continuada en mantener operativa la base Gabriel Castilla en la Antártida, desde aquí se mantienen los grupos electrógenos y las instalaciones. Son elementos pocos conocidos, la gente no sabe a qué nos dedicamos.
Precisamente, por lo que ahora decía, vamos a intentar acercar un poco más el Parque de Ingenieros a todo el que nos vea o lea. ¿Cómo es el día a día en el centro?
Somos una unidad logística pero mantenemos nuestra dinámica militar. A primera hora hacemos deporte, hay que estar en forma.Y después, cada uno a su labor. La Unidad está dividida en bloques: la ingeniería, investigación I+D y se encargan de la calidad de las reparaciones y los productos que adquirimos; los de abastecimiento, que se encargan de recepcionar y enviar el material de ingenieros que pueda hacer falta en España y en las operaciones del exterior. Y finalmente, está el bloque de mantenimiento, que está dividido en diferentes células, de material y que también se encarga de desactivar explosivos.
A partir de este momento, de la recepción de esta insignia, la relación entre el Arma de Ingenieros del Ejército de Tierra y Guadalajara se estrecha más, ¿qué mensaje daría a la ciudadanía?
La unión es histórica. Existen antecedentes fechados en 1846 que indican que ya hubo un parque de ingenieros y tuvimos la gran suerte de tener durante 99 años la Academia de Ingenieros- el año pasado fue el centenario del incendio- y, después del impás vino la unidad de aeroestación, que ocupó las actuales instalaciones. Las corbatas tienen un significado especial, un desempeño especial. En esta estación conmemoramos que llevamos 25 años acogidos aquí. La mayor parte estamos integrados en esta ciudad, de hecho estamos terminando un acuerdo con la Delegación de Educación para que los estudiantes de FP realicen las prácticas en nuestras instalaciones, de una gran variedad que abarcan todas las especialidades que se imparten. A partir de abril o mayo una veintena de jóvenes practicarán sus labores en nuestros talleres.