La lluvia no frenó la procesión del Miércoles Santo
Crónica, galería fotográfica y vídeo.
Paraguas para unos y devoción para otros. Parecía que el tiempo no se lo quería poner fácil a la Procesión Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima Esperanza Macarena, pero a pesar de la amenaza de lluvia, la Semana Santa de Guadalajara siguió su camino.
En la noche del Miércoles Santo, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza Macarena protagonizaron una de las más espectaculares y vistosas procesiones de la Semana Santa de Guadalajara. Se percibió en el ambiente la cantidad de horas que los cofrades y cargadores han dedicado a que todo saliera a la perfecció.
Como siempre, la comitiva parte desde la iglesia de Santiago Apóstol, desde donde sacan a las calles dos pasos, el del Jesús de la Salud, que está repesentado con el Cristo atado a la columna, en el momento de la flagelación, y su imagen titular, la Esperanza Macarena. Ambas requieren a una treintena de personas para poder moverse, siendo el momento de la salida por la puerta de Santiago el instante más delicado.
Poco a poco, con precisión milimétrica, moviendo los pies centímetro a centímetro pudieron hacer salir a las imágenes de Santiago en medio de la ovación de los asistentes.
La imagen de la Esperanza Macarena desfiló por su recorrido engalanada con flores blancas y una alfombra de cirios prendidos. Ella y la imagen del Cristo estuvieron muy bien acompañadas por Banda de Cornetas y Tambores Cristo del Amor de Tarancón (Cuenca), en el Cristo y en el Palio, la Asociación Musical Sinfónica de Guadalajara, así como por cientos de devotos, cofrades o no, algunos de ellos caminando descalzos.
Horas después las imágenes regresaban a su templo y volvían a entrar, en una delicada operación de precisión, por la puerta de Santiego con los costaleros en cuclillas y en medio del aplauso generalizado. El recorrido, no obstante, tuvo que modificarse a causa del mal tiempo.