La muerte de Berlanga
En el 75 aniversario de Nueva Alcarria nos regaló unas líneas llenas de cariño.
Sorpresa y pena sentimos este domingo cuando a través de Facebook nos enterábamos del fallecimiento de Andrés Berlanga, un buen hombre y gran escritor. No tuvimos la fortuna de conocerle personalmente ni tan siquiera en el mejor momento de su vida pues cuando tuvimos contacto, vía teléfono y correo electrónico, se había marchado Enriqueta Antolín, su gran amor y su ánimo estaba decaído. Simplemente, nos comentó que ya no le apetecía escribir. Fue con ocasión de la publicación del libro del 75 aniversario de nuestro periódico y convencidos de que su pluma no podía faltar en esta edición, le insistimos, incluso valiéndonos de la intermediación de José Ramón Pérez Acevedo, presidente de la Casa de Guadalajara en Madrid. Finalmente accedió a regalarnos unas líneas llenas de cariño que finalizaban así: “Toca cada viernes el papel de nuestro periódico, recorrer sus páginas para emprender una caminata ‘pueblo a pueblo’, reviviendo nuestros pasos pasados o imaginando los venideros, oxigenando la memoria herida, para muchos lectores extraterrados nos supone una buena dosis de reconstituyente”. Intentamos entonces, sin suerte, que su vena literaria y su amor a la provincia- nació en Labros hace 77 años, donde mantenía su casa, lugar que le inspiró su obra maestra La gaznápira- le llevase a colaborar en nuestras páginas.
Hace muy poco tiempo, tal vez un par de meses, volvimos a hablar con él. Jesús de Andrés, director de la UNED, le mencionó en su comentario semanal ‘Reloj de sol’ y Berlanga nos llamó para ponerse en contacto con él y agradecerle esa referencia. Fue amable, cordial, caballeroso. Nos dijo que mantuviésemos mucho tiempo la edición impresa porque Nueva Alcarria era su conexión con la provincia. Presumía de leer el periódico “de cabo a rabo”. Nada nos hizo pensar que el final de sus días estuviera tan cercano. Numerosos medios nacionales, él trabajó en el diario Ya y la Agencia Logos, siendo director de comunicación de la Fundación Juan March durante cuarenta años, han recogido con alabanzas a su persona y obra la noticia de su óbito. DEP.