La Ruta del Vino de Jumilla: la Monastrell y el terruño, los secretos de sus vinos

23/10/2023 - 08:55 SVJ / MPG

La uva Monastrell es el pilar clave en la excelencia vinícola Jumilla

Nos adentramos en la  Ruta del Vino de Jumilla, que ocupa territorios del sur de Albacete y el nordeste de la región murciana. Estas localizaciones tienen una rica tradición en la producción de vino, que se remonta a la época ibérica, y se han descubierto restos de vitis vinífera con una antigüedad de 5.000 años en excavaciones arqueológicas. Desde agosto de 2005, forma parte del prestigioso club de producto Rutas del Vino de España. El propósito detrás de su creación es satisfacer la creciente demanda del enoturismo en esta zona y ofrecer una experiencia turística que gire en torno a la apasionante cultura del vino.
Esta ruta está en constante expansión, no solo en términos de la cantidad de municipios que la integran, sino también en cuanto al desarrollo de actividades, eventos y experiencias relacionadas con el mundo del vino. Desde su inicio, ofrece la oportunidad de sumergirse en la cultura, tradición y costumbres de una región vinícola. Los visitantes pueden pasear por viñedos, visitar bodegas para conocer el proceso de elaboración del vino, alojarse en entornos rurales, degustar vinos de calidad y disfrutar de la gastronomía local en sus restaurantes. Además, tienen la opción de adquirir productos típicos en las tiendas locales y explorar el valioso patrimonio histórico, cultural y natural que la zona tiene para ofrecer.

DOP Jumilla y la Monastrell
La Ruta del Vino de Jumilla, con viñedos  en Albacete y Murcia, aunque la mayor parte de su producción está en territorio castellano-manchego,  es conocida por sus vinos de calidad y originalidad, siendo una denominación de origen en crecimiento en España. La comunidad vinícola se esfuerza en mejorar la calidad, desde los viticultores que cuidan los viñedos hasta los bodegueros que modernizan sus instalaciones.
La Denominación de Origen Jumilla se destaca por la variedad de uva Monastrell, que se ha adaptado perfectamente a las condiciones climáticas y de suelo de la región, representando más del 80 por ciento de sus viñedos. La Monastrell es una cepa autóctona española, ampliamente cultivada en el litoral mediterráneo y es la tercera variedad más plantada en España. Es resistente a la sequía y enfermedades como el mildiu y oidio, lo que la hace valiosa para la viticultura.
La Denominación de Origen Jumilla destaca por sus suelos con gran capacidad hídrica y resistencia a la sequía. Los suelos son pobres en materia orgánica, con pH alto y baja salinidad, lo que evita la propagación de la filoxera. El viñedo se encuentra a altitudes de 400 a 800 metros. El carácter de los vinos de Jumilla se debe al “terruño”, que combina variedad de uva, composición del suelo, orientación de las cepas y clima continental influenciado por el Mediterráneo y la meseta de La Mancha. Con 3.000 horas de sol al año y escasas lluvias, el clima es árido, con veranos calurosos e inviernos fríos.
La Monastrell es la uva principal en su Denominación de Origen Protegida. La Monastrell produce vinos equilibrados con aromas de frutos negros y maduros, color intenso y estructura en boca. Es originaria de España y se encuentra extendida en el litoral mediterráneo, siendo la tercera uva más plantada en el país. Además, destaca por su resistencia a la sequía y a enfermedades.

Un viaje de con un montón de planes gastronómicos 
En relación a los vinos de Jumilla, es importante mencionar su fuerte vínculo con la gastronomía, que se complementa perfectamente en los mejores restaurantes de la región. La cocina local es el resultado de siglos de influencias culturales y de su ubicación entre La Mancha y Murcia.  Aquí puedes saborear platos icónicos como el gazpacho manchego, la gachamiga, el conejo en patagorrina, las habas con cebolla y las empanadas de patata. En cuanto a los dulces tradicionales, los sequillos, rollos de vino, pirusas, cristóbalas, tortas con arrope de manqueca, las flores y los panecicos dulces son las auténticas exquisiteces que el viajero podrá degustar.


Y si eligen combinar una buena mesa con un día de fiesta, las Jornadas Gastronómicas de noviembre de la Ruta del Vino de Jumilla ofrecen menús en restaurantes, bares de vinos y actividades culinarias tradicionales, acompañados de vinos DOP Jumilla. Los restaurantes tienen menús a 35 euros, los bares de vinos ofrecen menús tapeo por 20 euros, y las almazaras brindan visitas guiadas para conocer la producción de aceite de oliva.
Además, en la Ruta del Vino de Jumilla, una experiencia única se despliega a través de la fusión de la música y el vino en el Festival Música Entre Vinos. En distintas bodegas afiliadas se programan conciertos que acontecen en un entorno rodeado de barricas y viñedos. Los asistentes son agasajados con un servicio de catering y, por supuesto, tienen la oportunidad de degustar los vinos locales de Jumilla. Durante los fines de semana de mayo a julio, esta fusión de dos pasiones, la música y el vino, se convierte en una vivencia que no querrás perderte.
En la Ruta del Vino de Jumilla, la apuesta por enriquecer la cultura y el patrimonio a través de una experiencia centrada en el vino se hace patente en una serie de actividades excepcionales.
En el impresionante Castillo de Jumilla y la histórica iglesia de Santa María, la actividad Armonía Medieval de Vinos y Quesos sumerge a los visitantes en una travesía en el tiempo, donde los sabores de vinos y quesos se fusionan con la riqueza de la historia.


La naturaleza y el patrimonio se unen en el evento “Sal, Gastronomía y Vino”, donde los participantes tienen la oportunidad de explorar las pintorescas Salinas de la Rosa en El Carche, degustando una cena gourmet maridada con los vinos más exquisitos.
Y qué decir de la famosa “Ruta Km0”, realizada en febrero, que se ha convertido en una experiencia gastronómica única al ofrecer un recorrido culinario por diversos restaurantes y bares de vinos que forman parte de la Ruta del Vino de Jumilla. Aquí, la autenticidad de los productos locales y la gastronomía tradicional se combinan de manera magistral con los excelentes vinos DOP Jumilla.    
Por otro lado, la esencia de la Ruta del Vino se revela a través de la lente en el concurso de fotografía “Beber con los ojos”, donde los artistas capturan la belleza y el carácter de este destino vinícola en cada imagen.
Y como colofón, para llevar un buen sabor de boca de la Ruta del Vino de Jumilla, no olviden visitar lugares esenciales como el Museo del Vino de Jumilla o el Museo del Vino Hacienda del Carche-Casa de la Ermita.

Fiestas y tradiciones
El calendario festivo en los municipios que componen la Ruta del Vino de Jumilla está repleto de celebraciones durante todo el año. Entre las Fiestas más destacadas, la famosa Tamborada de Tobarra, declarada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2018. Y también la Fiesta de la Vendimia en Jumilla que culmina con la gran Cabalgata del Vino en el mes de agosto o su Semana Santa, de Intéres Turístico Internacional. 

Apuntes de la belleza natural y paisajística de la zona
Si planean visitar la región que abarca la Ruta del Vino de Jumilla, no pueden dejar de incluir en su itinerario la Comarca de los Campos de Hellín, que ofrece paisajes muy variados. Desde la estepa árida manchega en el norte hasta las montañas de la Sierra del Segura y la huerta murciana en el sur. Destacan los ríos Mundo y Segura con sus embalses para actividades acuáticas y la pesca. En las cadenas montañosas de Sierra de los Donceles, Sierra del Baladre y Sierra Seca, dominan los pinos Doncel y Carrasco. El Cañón de los Almadenes, el Volcán de Cancarix y humedales como la Laguna de los Patos son puntos de interés. También hay puentes históricos, un arboreto y ecosistemas únicos como los Saladares de Agramón y los Yesares de Hellín.


Próximo está el paraje de La Pedrera, un humedal de origen artificial, excepcional.  Y la sierra  más emblemática de Jumilla, tenemos que referirnos al Carche. Abarca 5.942 hectáreas y se caracteriza por su geología única, barrancos profundos y endemismos botánicos. El Cabezo de la Rosa es un destacado punto geológico en este paisaje.


Para concluir el recorrido, la Sierra del Madroño en Ontur (Albacete), una formación calcárea, y Las Colleras en Fuente-Álamo (Murcia) ofrecen una experiencia completa en el entorno natural de la Ruta del Vino de Jumilla.

 

Un viaje en el tiempo en el Tolmo de Minateda de Hellín
Los visitantes tendrán la oportunidad de sumergirse en un enriquecedor patrimonio histórico y arqueológico que abarca millones de años de historia. Para aquellos que se sienten atraídos por la Edad Media, la experiencia se enriquece aún más con lugares como el Tolmo de Minateda en Hellín. Este parque arqueológico, en constante investigación, continúa dando titulares históricos y es que, recientemente,  han documentado restos de una resina vegetal que pudo ser utilizada en los edificios del complejo episcopal visigodo de la antigua ciudad de Elo, localizada allí mismo. Hablamos de un intento de laborar un incienso a partir de recursos naturales locales, como las resinas de la sabina o el pino que, mezclado con betún de Judea y benjuí, daría algo parecido a los inciensos que se importaban. Los investigadores se han sorprendido de que 1.300 años después, todavía se percibe un cierto olor a incienso y humo. Ha habido hallazgos significativos que indican la existencia de un territorio ocupado desde la prehistoria a la época contemporánea. El Abrigo Grande de Minateda es sin duda uno de los yacimientos de arte rupestre más importantes de la Península. El visitante puede disfrutar de una experiencia de Realidad Virtual en la que podrá hacer un recorrido digital con recreaciones 3D de este yacimiento a lo largo de su historia.