La Unión Europea y Guadalajara

18/07/2016 - 23:06 Redacción

El trabajo que se se lleva a cabo en las instituciones europeas ha contribuido de manera considerable al desarrollo de nuestro país.

En las retinas quedará para siempre aquella imagen de alegría de la adhesión de la España de Felipe González a la Unión Europea en 1986. Muchos decían que ya éramos europeos, pero no pertenecíamos a este club que tanta incidencia tiene en nuestro devenir cotidiano, incluso en el día a día de la provincia de Guadalajara. La Unión Europea, por tener las sedes de sus diferentes organismos muy lejos de aquí, parece algo que no va con nosotros y si lo hace es para quitarnos soberanía nacional, obligarnos a contener nuestra deuda, a hacer recortes... convertida en  diana de nuestros dardos. Pero no es así, ni mucho menos. El trabajo intenso que allí se realiza ha contribuido de manera considerable al desarrollo de nuestro país en los últimos treinta años sobre todo a través de la ayuda económica para zonas rurales deprimidas que reciben los cuatro grupos de desarrollo que trabajan en nuestra provincia y que acometen gracias a estos fondos muchos proyectos en su beneficio, de la Política Agraria Común donde las ayudas representan el 30 por ciento de la renta de los agricultores de Guadalajara, y otros muchos proyectos, como inversiones hidráulicas, impulsos empresariales, el Erasmus para los estudiantes,  o, por ejemplo, la realización del Espacio Joven Europeo en Azuqueca. Guadalajara se ha transformado por pertenecer a Europa. Sin ir más lejos cabe recordar el reciente informe elaborado sobre el Tajo por un grupo de europarlamentarios, que aunque no vinculante es herramienta de trabajo para defender nuestros intereses o necesidades hidráulicas.  Por ello debemos hacer un esfuerzo por conocer mejor lo que significa y lo que aporta la Unión Europea, que condiciona un 80 por ciento de la legislación española. Son tiempos difíciles para Europa y ello nos debe preocupar a todos. Lo son por el terrorismo que acecha con su barbarie, el problema de los refugiados o el Brexit, realidades de difícil  reacción. Confiamos, no obstante, en que sabremos dar respuesta a estas  situaciones para avanzar en la construcción de una sociedad más justa y próspera.