Las fiestas de antaño
Viendo los desfiles de carrozas y peñas de hace tres o cuatro décadas- que lo hacían juntos en una gran tarde de explosión de alegría- recordamos personas, comercios de aquella Guadalajara y muchos momentos vividos en aquellas fiestas de la adolescencia.
A veces nos empeñamos en traer artistas o ideas de otros lugares sin mirar hacia nuestra propia historia y sus gentes. No fue lo que pasó en el pregón literario en el que tras una emotiva, por lo personal, intervención de la pregonera, la teniente coronel, Cristina Moreno, a la que auguramos en poco tiempo un ascenso a coronel, llegó una actuación musical con protagonistas de aquí,y la proyección de un video que nos remontó a las ferias de hace tres y cuatro décadas, las que muchos de los asistentes disfrutamos en edades adolescentes. Lo cierto es que viendo los desfiles de carrozas y peñas de entonces- que lo hacían juntos en una gran tarde de explosión de alegría- recordamos personas, comercios de aquella Guadalajara. Las ferias de 1983, 91, 97, 98, 99, 2001, 2002, 2003, 2007 y como colofón la de 2023 protagonizan la proyección, planteada como un homenaje a nuestras peñas y peñistas.Todos hemos tomado una copa en la verbena de ‘El Caracol’.
Contemplando el video revivimos como tirábamos cubos de agua a las peñas que así lo pedían a gritos desde la terraza de casa, los paseos por el recinto ferial de Adoratrices donde se juntaban atracciones y chiringuitos de alimentación con amigos de la Universidad que venían de Alcalá y Madrid atraídos por el ambiente, esa tarde de toros con la familia, la foto cada año en las escaleras que suben al salón de plenos del Ayuntamiento tras la procesión de la Virgen, con Mariano Viejo como autor, la misa de nueve de la mañana en San Juan de la Cruz del domingo antes de irnos a dormir, tras el chocolate con churros posterior al encierro, la subida a la noria, o a una jaula que nos ponía el cuerpo del revés. Como dijo la alcaldesa son muchos los cambios que desde 1260 que por Privilegio Real celebramos nuestras fiestas ha habido, aunque manteniendo la esencia. Cada cual nos quedamos con nuestros mejores momentos que son ni mejores ni peores, solo diferentes e intransferibles.