
Las 20 fotos impactantes de una tarde en La Alcarria
Una simple tarde de invierno en La Alcarria puede dar mucho más de sí de lo que uno podría pensar. FOTOS: MONTSE MUÑOZ
Comenzarmos comiendo en Trillo, a orillas de las cascadas del río Cifuentes, a pocos metros de su desembocadura en el Tajo.
Desde allí, una preciosa instantanea de la iglesia parroquial de Trillo, en honor a nuestra Señora de la Asunción.Impresiona la imagen de fondo, pero a la vez protagonizando el campo de visión, de la central nuclear.
La tarde era invernal, pero soleada y calmada. Invitaba a ir a echar un vistazo al Balneario de Carlos III. Los vecinos comentan que se abrirá en primavera.
Ya, de camino a Brihuega, en Barriopedro, dos sorpresas: Cívica y su cascada. Cívica, a cal y canto, tiene sus puertas cerradas con candados. La propiedad no recomienda entrar, si bien proporciona un teléfono para poder visitarla. Otra vez será, aunque desde fuera es una maravilla.
A pocos minutos al volante nos encontramos con Brihuega y su Plaza del Coso. Es la plaza mayor de la villa donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento reconstruido en 1975, sustituyendo al anterior del siglo XVIII. Antiguamente se encontraba la cárcel municipal, también conocida como Cárcel de Carlos III. Y un pequeño tesoro. Las cuevas Árabes. La guía explica que datan del siglo X, sirvió para almacenar alimentos, aceite y vino en sus cubas hasta comienzos del siglo XX, que la filoxera acabó con la mayoría de los cultivos de vid de la provincia. Al entrar, la primera sensación es de frío muy húmedo, pero soportable; la temperatura no supera los 12 grados. Sólo se pueden visitar 700 metros, de los los ocho kilómetros. Sirvió para los escarceos amorosos de reyes y reinas, novios y novias, así como para escapar de los ataques del enemigo.
Y para acabar, un magnífico café de barista junto a la Plaza Mayor de Guadalajara.