Las siete puertas de Cogolludo

02/03/2024 - 10:56 Redacción

Hay muchas maneras de ver y descubrir Cogolludo: a través de los personajes históricos que por allí pasaron, de su gastronomía, de su urbanismo, de sus ermitas, de su naturaleza… En esta ocasión, la oficina de Turismo nos propone la visita a la villa ducal en un recorrido por siete puertas emblemáticas de sus edificios y monumentos históricos.

1) La puerta del Palacio Ducal


El recorrido comienza, como no puede ser de otra manera, por la puerta del Palacio Ducal, considerado el primer monumento renacentista de España. Situado en la Plaza Mayor, lo mandaron construir los Duques de Medinaceli, alrededor del año 1492. Es obra del arquitecto de los Mendoza, Lorenzo Vázquez de Segovia.

Destaca su imponente fachada, de más de 40 metros de ancho, con más de 1.000 sillares labrados a manera de almohadilla. La puerta, que no es la original puesto que fue repuesta en el siglo XX, da entrada a un edificio que, según describió el chambelán de Felipe el Hermoso y Juana de Castilla después de pasar por sus dependencias en 1502, era el alojamiento más rico de España.

“Vale por siete de los mejores palacios de Flandes”, escribió en Memoryèz par escript.

Tras ella, se abre el patio de armas, el área de servidumbre, la zona de estanque y jardines.

En la primera planta, el Salón Rico y su impresionante chimenea y escudo. Con certeza se sabe que personajes como Francisco de Quevedo, el dramaturgo Lope de Rueda, el escritor y Nobel Camilo José Cela y Tomás de la Cerda y Aragón, Virrey de Nueva España, cruzaron su umbral. Y, según algunas teorías, también Cristóbal Colón.


2) Puerta Hospital de San Juan

Fue donada por los hijos y herederos de Beatriz Fernández de Frías y correspondía al antiguo Hospital de San Juan, uno de los dos que tuvo la villa ducal, junto al de San José.

Está hecha de madera de pino, con clavos y remaches de forja. La primera noticia que se tiene de este hospital es del año 1581, puesto que aparece en las relaciones topográficas de Felipe II. La labor de este Hospital fue clave para paliar los efectos de la terrible epidemia de peste que asoló Cogolludo en 1599 y que cesó con San Diego de Alcalá.


3) La puerta del judeoconverso


También en el interior del Palacio Ducal se muestra la puerta del domicilio de una de las familias de judeoconversos que vivió en Cogolludo. En este caso fue donada al Ayuntamiento por la familia Castells Criado. La presencia de judíos en Cogolludo está acreditada en un documento fechado en Fuencemillán en 1299 en el que se llega a un acuerdo entre los implicados. Se sabe que Cogolludo tuvo una sinagoga, ubicada en la actual Plazuela. Para evitar represalias, los judíos se convertían al cristianismo, pero no sin que antes La Inquisición marcara las puertas de sus casas. Todos fueron ajusticiados en la hoguera, en Toledo.

4) La puerta principal, la lateral y la cancela de Santa María


La puerta principal del templo de Santa María, situado en lo más alto del pueblo, es del siglo XX. La cancela es una verdadera joya con piezas originales, correspondientes al siglo XVIII. En la parte superior de la cancela, están tallados en madera policromada, los símbolos de San Pedro y de María.

Atravesando su umbral, en el interior del templo, construido en el siglo XVI, se halla un verdadero tesoro: un cuadro de José Ribera, el Españoleto. El cuadro fue un regalo del duque de Alba, don Antonio Álvarez de Toledo, a don Fernando Enríquez, en 1626.

En el muro norte de la Iglesia de Santa María se abre una segunda puerta, también del siglo XX, cuya importancia radica en estar enmarcada por un arco de medio punto que, en su hornacina superior, alberga una Santísima Trinidad tallada en alabastro. La manufactura de este material fue de gran importancia económica para Cogolludo y Aleas.

5) Las puertas de la antigua muralla de Cogolludo


A 916 metros de altura, muy cerca de la Iglesia de Santa María, se halla lo que fue el castillo, de origen árabe. A finales del siglo IX constaba solo de una torre cuadrada que, según algunos autores, era el minarete de un ribat andalusí.

En el siglo XIII fue ampliado por los calatravos y dinamitado en la Guerra de la Independencia por el general Hugo, padre del escritor Víctor Hugo, en la lucha contra el guerrillero Juan Martín, El Empecinado. Desde el castillo partía una muralla que abrazaba todo el pueblo.

La muralla tenía cuarenta torres, casi dos kilómetros de longitud y cinco puertas, según se describe en las relaciones topográficas de Felipe II. Una de las puertas se abría en dirección a Arbancón. Era conocida como la puerta del Caño. La siguiente, hacia Levante, era la de Medina, que coincide con el actual puente. Hacia el sur estaban las de “Xadraque”, también llamada la puerta del Carmen, y la de “Guadalaxara”, o puerta Redondo, en la entrada actual a la villa; y, por último, hacia poniente, la de San Sebastián, que cambió su nombre por el de San Isidro.

 

6) La puerta de la Iglesia de San Pedro


Desde el cerro más alto de la villa serrana, se baja, por la calle homónima, a la Iglesia de San Pedro. En origen, ésta fue una iglesia románica, pero en el siglo XVII, y dado su mal estado de conservación, se erigió este gran edificio, más lujoso que el de Santa María, puesto que de él eran parroquianos los duques de Medinaceli.

Su puerta actual data del año 1749, y tiene, talladas en su madera, las llaves de San Pedro y la tiara papal. Como curiosidad puede decirse que la Iglesia tenía derecho de asilo, es decir que si un reo era perseguido por la justicia, se podía acoger a sagrado allí, para no ser capturado.

7) La puerta del Convento de San Francisco


La última puerta de este recorrido es la del convento de San Francisco. Fundado por el IV Duque de Medinaceli, ahora mismo da acceso al jardín de Mariano Colmenar quien, a mediados de los años cincuenta del pasado siglo, fuera presidente de la Diputación Provincial de Guadalajara.

Este fue otro de los tesoros monumentales que se perdió en la Guerra de la Independencia.

Del convento, queda esta puerta, y parte de sus muros, en el cementerio de la villa ducal. La actual puerta de San Francisco era la puerta de la iglesia del convento y se desmontó de su lugar original por la construcción de un bloque de viviendas en el interior del convento, en los años setenta del pasado siglo, lo que destruyó todo tipo de restos de esta iglesia.