
Los “errores” de la CHT provocan mortandad masiva de peces y dejan vía libre al mejillón cebra
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha desatado una oleada de críticas tras el cierre abrupto del canal del trasvase Entrepeñas-Buendía el pasado viernes, una decisión que dejó sin agua una lámina de metro y medio en apenas un minuto, causando la muerte de miles de peces, principalmente carpas, pero también barbos y alburnos.
FOTOGRAFÍAS: OFICINA DE TURISMO DE SACEDÓN
El incidente, calificado como un “atentado ecológico” por el Ayuntamiento de Sacedón, ha puesto en el punto de mira la gestión de la CHT, que, según el alcalde Francisco Pérez Torrecilla, ha demostrado “una absoluta incapacidad para proteger los ecosistemas y los intereses de los municipios ribereños”.
Este desastre se suma a una serie de problemas que agravan la relación entre la CHT y los municipios ribereños, como la proliferación del mejillón cebra, que obstruye sistemas de bombeo y afecta infraestructuras locales, o las sanciones desproporcionadas impuestas a Sacedón, que suman 3.500 euros en los últimos meses por incidentes menores, como la caída accidental de bolsas de plástico o una obra que rozó metro y medio de una zona bajo jurisdicción de la CHT. A ello se añaden años de desembalses mal gestionados que han dejado alevines expuestos en orillas secas, evidenciando, según el alcalde, un “desprecio” hacia las necesidades ambientales y sociales de la región.
El cierre repentino del canal, que conecta los embalses de Entrepeñas y Buendía, contrasta con la práctica empleada en el año hidrológico 1997-98, cuando el caudal se redujo de forma gradual durante 45 días, de 19 m³/segundo a cero, evitando impactos severos en la fauna piscícola. Según la Oficina de Turismo de Sacedón, esta práctica permitió proteger la vida acuática, algo que no ocurrió en 2025, en plena época de desove. “La CHT no ha tenido en cuenta lo más mínimo las necesidades de la fauna piscícola”, señala el técnico de la Oficina, quien destaca que los desembalses al trasvase Tajo-Segura dejan cada año orillas secas, eliminando miles de alevines.
La CHT justificó el cierre al considerar que la regulación del trasvase ya no era necesaria tras las lluvias de marzo, que elevaron Entrepeñas a 714,19 metros sobre el nivel del mar. Una hora después, al detectar peces atrapados en pozas, reabrió las compuertas para permitir un caudal de 900 litros por segundo. Sin embargo, esta medida "improvisada" no evitó la mortandad de miles de ejemplares. Pérez Torrecilla critica esta respuesta: “Es mentira que muchos peces se desplazaran aguas abajo. Es un intento de echar balones fuera”. El alcalde añade: “Si no sabían lo que iba a pasar, es aún peor. Deberían haber asumido su error y agradecer a los ciudadanos que evitaron una catástrofe mayor”.
La rápida actuación de voluntarios, pescadores, bomberos del CEEIS de la Diputación, trabajadores de centros comarcales, de Medio Ambiente y también operarios de la propia CHT fue clave para mitigar el desastre. Sin su intervención, la recula de Buendía habría sido un “cementerio gigante” con graves consecuencias para la salubridad, según la Oficina de Turismo. “La CHT no puso la solución. Fueron los ciudadanos los que estuvieron atentos”, sentencia Pérez Torrecilla, quien denuncia la falta de sensibilidad de la Confederación. “Nos sancionan por tonterías, como los 1.500 euros por cuatro bolsas de plástico, pero no hacen nada por el mejillón cebra, que está plagando el embalse y taponando sistemas de bombeo”.
El mejillón cebra, una especie invasora más dañina que la carpa, afecta barcos y sistemas de captación de agua. “No vemos que hagan nada para frenarlo, ni siquiera lo han admitido públicamente”, critica el alcalde. Además, lamenta que la CHT “solo aparece para sancionar, nunca para colaborar”, citando ejemplos como una multa de 2.000 euros por una zanja que apenas rozó su jurisdicción o la negativa a arreglar caminos esenciales. “Gestionan el agua como si no hubiera vida en ella, ni personas alrededor. Es una vergüenza”, concluye.
El incidente reaviva el debate sobre la gestión de los embalses y el trasvase Tajo-Segura. Desde Sacedón, se exigen responsabilidades y una revisión de las prácticas de la CHT, que, según el técnico de la Oficina de Turismo, “debe gestionar Entrepeñas y Buendía como embalses, no como barreños”. La tragedia evidencia una desconexión estructural con las necesidades de la cuenca del Tajo.