Los nuevos ministros

Comienza este viernes con la celebración del primer consejo de Ministros de la era de Pedro Sánchez una nueva etapa política en nuestro país. El séptimo presidente de la democracia abre hoy, con esta reunión, un capítulo de nuestra historia diferente, lleno de interrogantes, temores y expectativas. Diálogo, cintura, determinación, valentía,  juegos de equilibrio, serán los ejes de una acción de Gobierno que se desarrollará en un escenario apasionante desde el punto de vista periodístico y de los amantes de la política con mayúsculas pero ciertamente incierto, valga la redundancia.  La elección de los ministros era el prólogo del libro que empieza a escribirse y la primera lectura sugiere coherencia y lógica alegría por la presencia de una política con amplio bagaje en el PSOE alcarreño y regional como Magdalena Valerio, una mujer muy popular, querida, trabajadora, preparada, inteligente y buena amiga, a la que felicitamos con especial cariño. No habrá miembros de Unidos Podemos, que hubiese sido un suicidio político. Es un gabinete socialista, con mayoría de mujeres, algo que algún día no será noticia porque los equipos de trabajo los deben formar  los mejores con independencia de su género.  Por lo demás es técnico, experto, estudiado, con guiños a las distintas comunidades autónomas y sensibilidades en el partido, lo que lo hace integrador, con algún nombre de relumbrón y otros de dilatada trayectoria, presencia de dos ministros del PSC y tranquilizador para los grandes poderes económicos y autoridades europeas. Diseñado sin duda para durar en el tiempo, probablemente pensando en llegar hasta el final de la legislatura, es excesivo en número de ministerios, algunos recuperados.  Su composición es más importante que otras veces porque parece estar condenado a ser un gobierno que abuse del decreto ante el desolador escenario en el Congreso de los Diputados donde el primer partido de la oposición tendrá 53 diputados más y una oposición de lo más complicada a derecha e izquierda, a lo que se suma la mayoría absoluta del PP en el Senado, reversible constitucionalmente, aunque parece improbable su disolución y convocatoria de elecciones  para esta cámara.  El panorama es para salir corriendo y sin embargo tiene mucho de oportunidad para el PSOE  en un país y en un marco político que necesita ser pacificado. Deseamos que su gestión sirva para consolidar el crecimiento y no sea solo un gobierno escaparate con poco margen de actuación.