Más de 150 faroles dignifican como se merece las fiestas del IX Centenario

19/08/2024 - 11:33 Redacción

San Vicente sale en procesión después de un siglo, junto a la Virgen de la Mayor.

Miles de personas se congregaron ayer noche en Sigüenza para presenciar un evento que conjuga fe, tradición y arte: la Procesión de los Faroles. La imagen de la Virgen de la Mayor, junto a la de San Vicente, que ha estado en el altar durante toda la novena, que no había salido desde hace 100 años y lo hace ahora con motivo del IX Centenario de la Reconquista, han sido la referencia de una multitudinaria manifestación religiosa que recorrió las calles de la localidad, llenándolas de fervor y devoción. Sigüenza puso de este modo fin a unas fiestas que han tenido muy  presente la conmemoración del noveno centenario de la reconquista de Sigüenza.

A las nueve y media de la noche, la imagen de la Virgen, adornada con flores y acompañada por un impresionante rosario de faroles, inició su recorrido por las principales calles de Sigüenza. Junto a ella iban, la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, al frente de la corporación municipal; el obispo diocesano, Julián Ruiz Martorell, que por primera vez preside el evento tras su designación; Jesús de las Heras, deán de la Catedral, que fue el encargado de rezar el rosario previo; y el vicario general, Agustín Bujeda, junto a  miembros del Cabildo Catedralicio.

Asimismo se hallaban el diputado nacional de PSOE Guadalajara, Alberto Rojo; y el diputado regional del PP, Nacho Redondo;. El itinerario, que incluyó la Catedral, la calle Medina, San Roque, Paseo de La Alameda, calle Humilladero, Cardenal Mendoza y el regreso a la Fortis Seguntina, estuvo marcado por el silencio y la devoción. La imagen de la Virgen, acompañada por los cofrades, era seguida por una multitud de fieles que portaban los faroles del Rosario, con los cinco misterios. La banda de música y el tañido de las campanas crearon un ambiente de profunda espiritualidad.

Pasear por la medieval Sigüenza cuando cae la noche, siguiendo a la Virgen de la Mayor y a los faroles que portan los cofrades, es una experiencia inolvidable. El silencio, roto ocasionalmente por la música y el sonar de las campanas, crea un ambiente mágico que conmueve a todos los presentes.   

La Procesión de los Faroles declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2005, tiene sus raíces en una antigua tradición religiosa. La Virgen de la Mayor, tallada en el siglo XIII, es venerada por los seguntinos desde hace siglos. Cada año, el domingo siguiente a la Asunción de la Virgen, se celebra esta emotiva procesión en su honor, excepto cuando este día es el de San Roque, 16 de agosto, copatrono de Sigüenza, que pasa a ser el domingo siguiente. La Cofradía de la Virgen de la Mayor, bajo la dirección de su abad, el canónigo maestrescuela Francisco Toro Viagel, fue la impulsora de la iniciativa del rosario de faroles.

Las fiestas principales del novenario se desarrollaron durante dos días. El primero, el jueves 15 de agosto, solemnidad de la Asunción, con ofrenda floral pública a la Virgen de la Mayor a las 10.45 horas y con misa presidida por el obispo diocesano, Julián Ruiz Martorell, a las 11.30 horas, en la capilla mayor de la catedral.  Se da la circunstancia de que la catedral de Sigüenza y la diócesis de Sigüenza-Guadalajara están dedicadas a la Asunción de María. 

La segunda gran jornada festiva fue la de ayer domingo 18 de agosto, este año día de la Virgen de la Mayor, con misas a las 9 horas, 11.30 horas (presidida por primera vez por el obispo diocesano, Julián Ruiz Martorell) y 20 horas, antes de la procesión de los Faroles. A la cita matinal acudieron los hermanos de la Cofradía, rey, reina, damas y reinas infantiles; la cronista oficial, Pilar Martínez Taboada, la corporación en pleno, con la alcaldesa, María Jesús Merino, al frente, y otras autoridades, que estaban entre los fieles que abarrotaba la Catedral.

Asimismo el otro gran acto religioso es la procesión de San Roque, patrón de Sigüenza. A la cita religiosa, oficiada por primera vez por el obispo de la diócesis, Julián Ruiz Martorell, en la Iglesia de las Ursulinas, acudía la corporación municipal con su alcaldesa María Jesús Merino a la cabeza,  en una ceremonia en la que, tradicionalmente, se cuenta también con la asistencia de un buen número de alcaldes pedáneos de los 28 núcleos agregados que tiene Sigüenza.