Más de 150 retrasos en el Cercanías en lo que va del año
En lo que va de 2024, la C-2, que conecta Guadalajara con Madrid, ha sufrido más de 150 retrasos, bien por motivos achacados a la propia línea, o aquellos derivados de la red de Cercanías.. Entre los motivos más destacados se encuentran los problemas en el sistema de señalización en enero, que causaron demoras superiores a 30 minutos; las condiciones meteorológicas adversas en febrero, que llevaron a retrasos de hasta 50 minutos; y una avería técnica en marzo que obligó a los pasajeros a esperar más de una hora.
Además, se registraron retrasos por trabajos de mantenimiento en junio, un incidente en la estación en agosto que provocó demoras de 40 minutos, y fallos en el servicio en septiembre debido a la falta de personal. Estos inconvenientes han generado un creciente descontento entre los usuarios, quienes piden mejoras en la comunicación y gestión del servicio.
En enero, varios trenes experimentaron demoras superiores a 30 minutos debido a problemas en el sistema de señalización. Esta situación causó que muchos pasajeros se vieran obligados a buscar alternativas para llegar a sus destinos.
Asimismo descarriló un mercancías que iba dirección Madrid. El tren rompió el bordillo del andén ante una treintena de personas. La mayoría de las esperaban en ese momento la llegada de su tren hacia Siguenza y contemplaron boquiabiertas cómo se producía un nuevo descarrilamiento.
Febrero trajo consigo condiciones meteorológicas adversas. Una fuerte nevada provocó la suspensión de algunos servicios y retrasos de hasta 50 minutos. A pesar de los esfuerzos de Renfe para restablecer la normalidad, muchos usuarios expresaron en las redes frustración por la falta de información sobre sus trayectos.
Marzo no fue mejor, ya que un fallo técnico en un tren causó retrasos significativos, con pasajeros esperando más de una hora en la estación. Para mitigar el impacto, Renfe activó servicios alternativos, aunque muchos viajeros se sintieron insatisfechos con la gestión de la situación.
En junio, se llevaron a cabo trabajos de mantenimiento programados que, aunque necesarios, causaron atrasos. La falta de comunicación adecuada sobre la programación de estos trabajos generó malentendidos y largas esperas entre los usuarios.
En agosto, un accidente menor en la estación de Guadalajara provocó la evacuación de un tren, resultando en demoras de hasta 40 minutos mientras se resolvía la situación. Dos averías de trenes producían a primera hora demoras.
Finalmente, en septiembre, se registraron varios días con retrasos acumulados debido a la falta de personal y problemas logísticos, lo que generó un descontento generalizado entre los viajeros que dependen del servicio diario.