Medallas de oro y distinciones

09/10/2021 - 13:18 Pedro Villaverde Embid

El martes, las comunidades educativas y sanitarias y las plantillas municipales recibieron el cariño, el homenaje, el aplauso en vivo por su trabajo eficaz y profesional.

Después de la tempestad llega la calma, dice el refranero y así lo deseamos para los vecinos de La Palma. Sin embargo el dicho se da la vuelta  y podemos afirmar que lo viene después de la obligada tranquilidad es la actividad. Se respira de nuevo alegría, actos a tutiplén (hasta 125 en la programación cultural del Ayuntamiento de la capital), celebración recuperada de la festividad del patrón de las policías, tomas de posesión como la de Cristina Moreno, primera mujer al mando de la Comandancia de la Guardia Civil, aniversarios como el del Siglo Futuro que cumple treinta años y actos institucionales.

El martes, las comunidades educativas y sanitarias y las plantillas municipales recibieron el cariño, el homenaje, el aplauso en vivo por su trabajo eficaz y profesional. Los héroes de la bata blanca se enfrentaron a una situación desbordada de pacientes graves con enfermedad contagiosa, siendo la compañía en los últimos momentos de muchas personas que no podían ser tomadas de la mano por sus seres queridos, enfrentándose a lo desconocido con valor. Merecen una matrícula de honor como los científicos que ‘cocinaron’ la vacuna sanadora, además de esta Medalla de Oro. Plausible también conseguir pasar curso escolar con los centros educativos cerrados o estudiantes y profesores cumpliendo exigentes protocolos en las aulas. 

  La única pega de resaltar a unos es caer en el olvido de otros. Y hoy queremos acordarnos del personal de los supermercados, de la farmacia, de los hombres y mujeres del sector primario que nos alimentan, de los transportistas, de los servicios de limpieza, de las gasolineras, de quienes se adaptaron al tele trabajo para seguir produciendo, de los periodistas explicando las complicadas normas, de los buenos políticos, de quienes sufrieron en casa con su negocio cerrado, de los niños y mayores confinados, de la gente solidaria y por supuesto de las fuerzas de seguridad velando por el cumplimiento de las reglas. Y seguro que se nos olvida alguien que es por lo que no nos gusta enumerar. El premio hoy es para todos los que hicieron lo que debían en estas duras circunstancias, una gran sociedad que está a punto de derrotar a un mortal virus.