
Monedero reivindica la participación en política frente al "vacío democrático"
El cofundador de Podemos habló sobre política y ética con el teólogo Juan José Tamayo el pasado viernes en Guadalajara, en un acto de la Fundación Siglo Futuro.
Dos partes diferenciadas tuvo el acto organizado por la Fundación Siglo Futuro en la tarde del pasado viernes que consiguió llenar el salón de actos de la sede de la Junta de Comunidades para escuchar y debatir con el teólogo y filósofo Juan José Tamayo y en particular con el fundador de Podemos, doctor en Ciencias Políticas y Sociología y profesor universitario, Juan Carlos Monedero. La primera tuvo carácter teórico, aunque con el trasfondo ideológico de izquierdas de ambos ponentes, y la segunda fue política y vibrante por las interpelaciones del público. José Antonio Herce, expresidente del Colegio de Arquitectos, hizo un certero análisis en el que resaltó el alto nivel del abstencionismo en la política actual, proponiendo que se queden escaños vacíos en el Congreso para ser conscientes de esta desafección hacia la política. Monedero le contestó que esto se debe “a una expresión del vaciamiento político de las democracias”, asegurando que “hay que reinventar la democracia”. La presentación y moderación correspondió al presidente, Juan Garrido.
En su primera intervención, Monedero definió la política como “la forma de gestionar los conflictos inevitables de la vida”, diciendo que los políticos, como todas las personas, “tienen detrás un ángel y un demonio que les susurran” y se guían por sus valores, afectos, intereses e identidades “son reflejo de la sociedad, no son peores”, aseveró, haciendo una defensa de la ética e invitando a la participación en una política “que a veces nos emociona y otras nos abochorna”. Se refirió a las fuerzas emergentes para asegurar que Ciudadanos “duró media hora cuando le quitaron el apoyo mediático” y afirmar que a Podemos se lo cargaron desde el poder judicial politizado. “La extrema derecha surge de las élites para evitar que emerjan fuerzas políticas que estén con la ética”, sentenció.
“Políticos mediocres, política vacía”
En la segunda parte comenzó llamando mediocres a los dirigentes políticos del mundo, “lo que produce un vacío de la política”, culpando en parte a las redes sociales y asegurando que ya estamos en la III Guerra Mundial, “con un genocidio en Gaza, la guerra de Ucrania, muchas guerras olvidadas en África y preparando una guerra contra China”. Lamentó la falta de cultura en los políticos. “Antes, los dirigentes escribían libros, ahora se los escriben”, ejemplificó. “No tenemos democracia. Se sustituyó por representantes a los que nosotros autorizamos. Somos libres una vez cada cuatro años. Los gobiernos se han vaciado, la división de poderes está quebrada y a la gente le llegan mentiras. Mienten por definición y así ¿cómo se construye la opinión pública? Y a todo esto se suma un control financiero y económico”, definió. Éste es el diagnóstico de la situación, dijo, y frente a él como solución la participación. “Los partidos políticos no pueden estar jerarquizados, han de ser movimientos que inyecten esperanza e ilusión”. Así justificó la fundación de Podemos reconociendo que fracasó en parte. “Tuvimos seis millones de votos y ahora estamos con disensiones entre nosotros mismos, pero el espacio era el correcto y algún día se recuperará”, vaticinó.
Las elecciones en Venezuela
Y llegado el momento del debate se encendió la discusión. Le preguntaron con vehemencia sobre Venezuela y justificó el resultado electoral explicando el sistema de las 30.000 mesas electorales, hablando de un problema informático que aprovechó la oposición para declararse vencedora arguyendo unas papeletas que nunca llegaron a presentar “porque no las tenían”. Defendió que es el país donde más elecciones hay de toda América del Sur, que tiene oposición “porque la derecha gobierna en muchas gobernanzas (que son como aquí las autonomías) y alcaldías importantes, pero la gente no lo sabe”. Entre el público también se le acusó de falta de autocrítica. “La culpa de todo lo tiene la derecha y la extrema derecha, ¿ustedes no hacen nunca nada mal?”, le interpelo un asistente. Otra mujer pidió dignidad y democracia en todas las naciones, antes de salir por la puerta sin querer escuchar la réplica, otros se marcharon durante el coloquio una vez manifestado su desacuerdo con Monedero, pero todos en buen tono, algo que puso en valor el propio político.
Monedero acusó a los políticos de falta de proyecto, “En España solo lo tuvo Aznar. Fue terrible, nos llevo a una guerra en Irak, pero tenía claro lo que quería, se rodeó de unos intelectuales y sabía lo que hacía. Desde entonces no ha habido nadie. Ahora los partidos solo quieren sobrevivir. Dicen una cosa y la contraria, la gente se enfada y vota a la extrema derecha”, aseguró mostrando como ejemplo a Pedro Sánchez, aceptando que “siempre que la extrema derecha sube es porque hay un fracaso de la izquierda que no sabe construir puentes hacia delante. Advirtió también de los peligros del cambio climático y de la inteligencia artificial “que en tan solo tres años se va a cargar el 50% del empleo”.
Neoliberalismo y ética
Por su parte, Juan José Tamayo arremetió contra el neoliberalismo al que calificó de antiético destacando que sus valores son el culto al dinero, la competitividad, la defensa del derecho a la propiedad privada, frente al altruismo y la ética de la empatía, mostrando como ejemplo de ello a Trump que “se implica, en su opinión, en el poder político para fortalecer sus intereses económicos”. Hizo un repaso por distintos autores y pensadores y estableció un decálogo de lo que es la ética que empieza por la ética del diálogo político, “no somos amos del discurso”, sigue por la ética de la justicia “en un mundo estructuralmente injusto”, y por la ética de la acogida, la hospitalidad, la solidaridad, la paz, la democracia, la participación y la dignidad.
“La ética ha de fundamentarse antropológicamente, los seres humanos somos seres sociales, ha de preferir el bien común al bien personal”. El acto terminó con la firma del libro Política, de Monedero y Hacia una espiritualidad liberadora, de Tamayo.