Mundo virtual

25/10/2020 - 16:40 Pedro Villaverde Embid

La vida sigue y los avances tecnológicos permiten desarrollar algunas actividades, mantener ciertas tradiciones, plantar cara a la situación o al menos resistir en parte su embestida.

La explosión vírica de marzo ha tenido como una de sus consecuencias la suspensión de prácticamente todos aquellos actos que forman parte de nuestras vidas o su celebración muy reducida, y con las imperativas medidas, impidiendo, aún en el mejor de los casos, ese contacto social que nos caracteriza. Pero la vida sigue y los avances tecnológicos permiten desarrollar algunas actividades, mantener ciertas tradiciones, plantar cara a la situación o al menos resistir en parte su embestida.Muchos han sido los ejemplos, el que más nos enorgullece, la continuación y terminación del pasado curso escolar. 
 Y entrados en el otoño, conscientes de que la epidemia no solo no va a minorar su presencia, sino que amenaza con una mayor intensidad en los próximos meses, incluso con toque de queda, o afrontamos el calendario profesional y festivo haciendo uso de las plataformas digitales o pasaremos peor todavía la travesía por el desierto que nos espera.

   En este sentido es de destacar la adaptación a la nueva realidad de CEOE-Cepyme Guadalajara, que desde los peores momentos ha ofrecido su formación presencial a través de la conexión a un enlace de web. Así, por ejemplo, pudimos escuchar al economista Rallo la pasada semana o podrá celebrarse el ya tradicional Foro de Recursos Humanos con un gran plantel de ponentes. Y para todo el público, esta semana, la visita a 19 concesionarios de coches que nos presentan 105 modelos. Abren sus puertas, explican sus características. Todo desde casa, de manera cómoda, con información completa, tal vez pudiendo apreciar más detalles que in situ. Nos falta ponernos al volante, preguntar nuestras inquietudes o curiosidades. También este sábado pudimos escuchar el sonido del pito castellano y el revolutum colorista de las botargas en el Día Virtual de la Sierra, con videos e imágenes. Igualmente vimos un clásico sin público como escuchamos desde el sofá la narración de cuentos del maratón sin embriagarnos del ambiente. Es un ejercicio de supervivencia a realizar con ilusión para seguir adelante mientras anhelamos el regreso a la verdadera normalidad y aprendemos lo bueno que puede aportar a nuestro futuro el mundo virtual.