Nadie vivirá en el despoblado de Fraguas, pero algunas construcciones podrían salvarse de la demolición

Los ocupas de Fraguas no volverán a vivir en el despoblado. Ni ellos ni nadie. Así de contundente se muestran fuentes consultadas por este medio que aseguran, además, que la razón es simple: la Ley del Parque Natural lo prohíbe. Aunque han aparecido informaciones y rumores recientes que parecen apuntar en esa dirección, no existe la posibilidad de que se convierta en una realidad.

Lo que sí puede ocurrir, sin embargo, es que no todas las viviendas sean derruidas. Estas mismas fuentes señalan que aquellas construcciones que cumplan con la normativa del parque podrán salvarse de la demolición. Las que no lo hagan, sin embargo, serán derruidas.   

En junio de 2018, el Juzgado de lo Penal nº 1 de Guadalajara condenó a los ocupas de Fraguas por los delitos de usurpación y contra la ordenación del territorio. La pena dictada para cada uno de los seis acusados por el delito contra la ordenación del territorio era de un año y seis meses de prisión más una multa de 2.160 euros. En cuanto a la de usurpación, se saldaba con otra multa de 540 euros. También se les condenaba a abonar el coste de la demolición de las construcciones realizadas y de la retirada de residuos.

El caso de Fraguas arranco en 2013, cuando los condenados se instalaron en el despoblado y comenzaron a construir en él, aunque se trata de un lugar en el que está prohibido tanto construir núcleos urbanos aislados como hacer fuego, ya que es una zona con riesgo elevado de incendio, además de encontrarse en un monte de utilidad pública propiedad del Gobierno regional. Desde el principio, tanto agentes medioambientales como guardias civiles les advirtieron que podían ser multados y finalmente el ejecutivo regional, entonces presidido por María Dolores Cospedal, puso los hechos en conocimiento de las autoridades para que la Fiscalía iniciara el proceso judicial que finalmente terminó en juicio.