Ocho décadas

20/07/2019 - 09:48 Pedro Villaverde Embid

Gracias a todos cuanto lo hicieron y hacen realidad, a lectores y anunciantes, siempre fieles, que han cosido una simbiosis con el medio que es la clave de su pervivencia.  

El 15 de julio se han cumplido ochenta años de vida de la cabecera que hoy tienen en sus manos. Aquel día de 1939 con tan sólo 4 páginas y al precio de quince céntimos salía el número 1 de Nueva Alcarria tras superar un complicado proceso para lograr la autorización por el criterio restrictivo del Gobierno en la circulación de periódicos. Tenacidad  y mucho esfuerzo, el de unos pocos entusiastas que contaban con 1.000 pesetas, hizo posible aquella edición que se vendería en tres puntos de la capital provincial. Una página con anuncios de comerciantes haría posible el número 2 y así durante una larga etapa. La comida en un bar de la calle Mayor, pagada a escote por aquellos aficionados al mundo de las letras, era la recompensa cada vez que salía un ejemplar, pregonado a voces por las calles por un joven de la imprenta. Fueron los primeros pasos en una historia llena de dedicación, trabajo, ilusión y amor por la provincia. Las esquelas, desde casi el principio, la Vida Local que contaba los pequeños aconteceres sociales, las firmas de personas relevantes y muy pronto las noticias de los pueblos, a los que gracias a Correos empezaría a llegar, serían ya desde inicio de los años cuarenta señas de identidad de una publicación pegada a la tierra y a las gentes, convertida en notario de la actualidad, en el boletín que plasma lo que ocurre y que es verdad porque lo dice la Nueva Alcarria. Cuando los pueblos emigraron, el periódico emigró con ellos a sus casas siendo el nexo de unión de los migrantes con la provincia.

Y así, adaptándose a los distintos momentos, con tiempos adversos unos y otros de bonanza, con cambios políticos que transformaban el país, conviviendo con distintos medios que iban surgiendo, con crisis económicas, llegando a ser un diario, creando sus propios eventos, con distintos equipos de trabajo en las más variadas épocas, siempre con compromiso por informar de cuanto puede interesar a un guadalajareño, ha ido pasando el tiempo hasta llegar a estos 80 años de edición impresa, complementada hoy con Internet y las redes sociales. Gracias a todos cuanto lo hicieron y hacen realidad, a lectores y anunciantes, siempre fieles, que han cosido una simbiosis con el medio que es la clave de su pervivencia.