Orea Berrea y los pueblos

05/10/2019 - 18:28 Pedro Villaverde Embid

Es un ‘suma y sigue’ de una alcaldesa que abandera la lucha contra la despoblación. 

La comarca de Molina ha vuelto a estar en el epicentro del interés informativo gracias a la cuarta edición de un concurso que ha atraído a destacados protagonistas del mundo radiofónico y televisivo para imitar los bramidos de los ciervos machos por atraer la atención de las hembras. Carlos Herrera contó el martes en Cope esta iniciativa, conocida como ‘Orea berrea’. Es un ‘suma y sigue’ de una alcaldesa que abandera la lucha contra la despoblación organizando foros, pronunciando conferencias, participando en comisiones, impulsando actividades. Gran mérito el de Marta Corella, una mujer dinámica y fuerte que se desvive por su pueblo, como lo hacen también otros muchos alcaldes y alcaldesas. Todos dedican buena parte de su tiempo a estar ahí y hacer cosas por los pocos vecinos que se quedan o al menos vuelven en vacaciones. Cualquier apuesta por el medio rural, que dinamice, aunque sea por unos días, debe ser puesta en valor. Eso hacemos hoy con esta original idea de los berreos. 

      Cada viernes, en Pueblo a Pueblo, plasmamos la vida que todavía late en nuestra provincia, en gran medida por sus tradiciones, fiestas o reclamos, como este viernes con Zorita de los Canes. Pero para combatir la despoblación hay que ir al fondo del problema. Y en este tema, conocido el diagnostico, la principal medicina, nos parece, es tocar el bolsillo de la gente, es decir, la discriminación positiva. Si un médico, un guardia civil, un profesor o cualquiera gana quinientos o mil euros más al mes por quedarse a vivir en un pueblo, por reducción de impuestos, complementos... con los servicios públicos garantizados, seguro que, al menos, se lo plantea, y si es el suyo todavía más. Por ejemplo, nosotros mismos, con un importante incentivo económico y comunicaciones digitales que lo permitieran, posiblemente, convertiríamos nuestra hoy casa de verano en residencia habitual y ya vendríamos fines de semana o en muchos momentos- pues estaríamos a tan solo 45 minutos, con buena carretera, autobuses y hasta tren- a la capital en busca del centro comercial, el cine, el reencuentro o mejor tiempo, o sea de las renuncias realizadas. En todo caso deseamos que la nueva ley regional, el buen hacer de nuestro amigo Jesús Alique como comisionado y el hecho de hablar una y otra vez sobre el tema, permita la pervivencia, en buenas condiciones, de toda nuestra provincia.