Orgullo serrano en Atienza
Son pueblos pequeños, ideales para los momentos vacacionales y por qué no para todo el año, que ofrecen tranquilidad, naturaleza, aire puro, afectados como tantos por la despoblación, pero que laten y tienen motivos para la esperanza.
El pujante turismo, la riqueza cultural y folklórica, el patrimonio artístico, los espectaculares paisajes, su gastronomía y gentes, hacen de la Serranía de Guadalajara un lugar con encanto que cada año, en la celebración de la jornada del Día de la Sierra- van catorce-, en esta ocasión en Atienza, se reivindica como una tierra con vida, recrea su pasado disfrutando de sus bailes y expresiones artísticas, proclama sus valores y reclama oportunidades para mantener su dinamismo. Son pueblos pequeños, ideales para los momentos vacacionales y por qué no para todo el año, que ofrecen tranquilidad, naturaleza, aire puro, afectados como tantos por la despoblación, pero que laten y tienen motivos para la esperanza por la ley regional, pionera en España, que fija su atención en estas zonas, en las que quieren garantizar los servicios fundamentales e incentivar fiscalmente a quienes se empadronen, así como por el eficiente trabajo que llevan a cabo los grupos de desarrollo rural, en concreto, aquí, Adel-Sierra Norte, favoreciendo la inversión y el emprendimiento.
Hay motivos para soñar al menos con una mejora en las condiciones de vida. Y en este objetivo la labor de la Asociación Cultural Serranía de Guadalajara resulta fundamental. Es día hoy para felicitar a Octavio Mínguez, su actual presidente, sus antecesores en el cargo, Raúl Conde, periodista de la tierra que en su día la impulsó y Fidel Paredes, que recogió su testigo, así como a sus respectivas juntas directivas. También de resaltar a los 24 autores de la obra Serranía de Guadalajara: despoblados, expropiados, abandonados y el documental que la acompaña, pueblos en silencio, amplio estudio de la historia de estos núcleos, algunos vacíos. Lo ha coordinado José María Alonso, pregonero de este día. Enhorabuena al empresario Dionisio Gómez, ejemplo de apuesta por la zona, y a Pilar Higes, representante de esa generación que construyó el ayer y que a sus 98 años siente el arraigo de la tierra. Todos ellos son exponentes, personajes que alzan la voz por esta singular y rica parte de la provincia.