¿Por qué aunque llueva sigue habiendo sequía?
Pese a las lluvias que están llegando, la solución siempre parcial y temporal a la sequía sigue lejana. El agua debe anegar primero las capas freáticas de los ríos, las más próximas a la superficie, para que eso se traduzca en el aumento de sus caudales y, a su vez, se incremente la aportación a los embalses, cuya situación actual sigue siendo peor que la de hace un año. Además, el régimen de precipitaciones es intermitente, con lo que, como se dice comúnmente, el agua no "empapa".
A esta situación hay que sumar la previsible carencia de precipitaciones derivadas de un verano que, meteorológicamente hablando, acaba de comenzar. La Aemet informa sobre una situación favorable a las lluvias, pero, ¿cuánto durará?
Los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) no son nada halagüeños. Lejos de aumentar, las reservas de Entrepeñas y Buendía han bajado 4,72 hectómetros cúbicos y están al 25% de su capacidad. Beleña, el pantano que abastece al más de medio millón de vecinos del Corredor del Henares, más sus correspondientes polígonos industriales, tiene 30 hectómetros cúbicos de los 53 de capacidad, 17 menos que el año pasado y, de seguir este paso, tal y como ha advertido la Mancomunidad de Agua del Sorbe (MAS), podría entrar en fase de prealerta en la próximas semanas. Alcorlo almacena la mitad que el año pasado, 66 hectómetros y se encuentra a un tercio del total.
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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) pronostica un 22% menos de agua al término del año hidrológico, siendo la cuenca del Guadalquivir la más afectada, con un 62% menos respecto de la aportación anual del año medio en régimen natural.
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Una situación que viene heredada de las pocas precipitaciones que cayeron en otoño de 2022 en el contexto de una estación del año que debería ser lluviosa y que lo es cada vez menos y ante una perspectiva nada clara, y marcada por el cambio climático, de que lo haga como debiera en 2023. En prácticamente toda la Península llovió por debajo de lo normal e incluso se superó el 25 por ciento de déficit en Guadalajara, la cornisa cantábrica, norte de Castilla y León, puntos de Aragón y Cataluña, gran parte de Navarra y La Rioja, sur de País Vasco, y mitad occidental de la isla de Mallorca.
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Ante esta situación, las administraciones públicas han activado una serie de medidas para hacer frente a este gran problema. El Gobierno de España ha aprobado un real decreto-ley que incluye un potente paquete de actuaciones urgentes de apoyo al sector agrario para hacer frente a la prolongada situación de sequía. Entre ellas se incluyen ayudas directas de Estado para los sectores agrícola y ganadero, que superan los 636 millones de euros.
La Junta ha dado luz verde a 60 millones de euros en ayudas a los agricultores profesionales para afrontar la sequía. Diputación provincial de Guadalajara ha hecho lo propio gracias a una modificación de créditos presupuestarios, con la que se habilita para el ejercicio 2023 la disponibilidad de dos millones de euros reservados para posibles actuaciones urgentes contra episodios de sequía en los pueblos de la provincia.