¿Por qué es necesario gestionar los recursos forestales?
Te lo contamos en este reportaje desde los montes de la Sierra Norte y el Alto Tajo. Un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales es posible y redunda en beneficios para el entorno, para la economía de la zona y en la acción de la lucha contra incendios.
El 47 por ciento del territorio de Castilla-La Mancha es forestal, y tres cuartas partes son árboles. Hay por tanto una necesidad imperante de hacer una gestión forestal sostenible que redunde en beneficios para el territorio.
En nuestra región, la actividad forestal se manifiesta de forma relevante, tanto en términos de empleo como de generación de renta, en la conservación de los valores naturales sobre el aprovechamiento de recursos.
Contar con una buena planificación de gestión forestal redunda también en la prevención de incendios, a través del aprovechamiento maderero, adecuar la masa para la prevención y extinción de incendios, dado que se realizará una ruptura de la continuidad, tanto horizontal, como vertical, de los combustibles.
Los aprovechamientos forestales son aquellas actividades relacionadas con el aprovechamiento directo de los recursos del monte, como la madera, incluso la biomasa, la leña, el corcho, los frutos, hongos, la caza, la pesca, plantas aromáticas y medicinales, productos apícolas y los demás productos y servicios con valor de mercado característicos de los montes.etc. y de las que se obtiene generalmente un beneficio económico.
Durante el año 2022 se han llevado a cabo cortas en Montes de Utilidad Pública de unos 100.000 m3, en 19 cortas por un valor cercano a un millón de euros. Estos son aprovechamientos que se adjudican por parte de los ayuntamientos propietarios, y por parte de la JCCM en los montes que son de su propiedad.
La última licitación se hizo a finales 2022 en montes propiedad de la Junta de 35.000 m3 en 9 lotes que se han adjudicado por un valor de más de 400.000 euros, que se ejecutarán durante los próximos dos años. Ya se está preparando la siguiente licitación que está prevista para esta primavera con una cuantía similar.
Aprovechamiento en la Sierra Norte
El Parque Natural de la Sierra Norte cuenta con alrededor de 125.000 hectáreas, de las que 40.000 son de utilidad pública. Nueva Alcarria se desplaza hasta uno de ellos, el Monte de La Vereda, para conocer de primera mano cómo se hace una corta sostenible.
Nos encontramos en una extensión de unas 4.000 hectáreas, donde el Gobierno regional realiza distintos trabajos de mantenimiento y aprovechamiento de sus recursos, como la madera. “Todos los ingresos que recibimos de estos aprovechamientos revierten en los propios montes. Van a unos fondos finalistas y luego podemos hacer mejoras, de prevención de incendios, tratamientos silvícolas, que permiten mejorar la calidad de nuestros montes”, señala Pedro Díaz, jefe de servicio de Medio Natural de Guadalajara.
Raquel Ibáñez nos va enseñando cómo es el paisaje. La técnico medio natural explica que nos tenemos que trasladar a los años sesenta, que es cuando se expropiaron los terrenos que estaban deforestados y machacados por el ganado. Fue entonces cuando se repoblaron las cabeceras de las cuencas hidrográficas del Jarama y el Sorbe. “Esas masas artificiales se van naturalizando” y están formadas por pinares, que están muy espesos y hay que gestionarlos. “Por otro lado hay ejemplares de encinas de más de 400 años y robledal. Ahora se está regenerando también dentro del propio pinar, a medida que le vamos abriendo paso”. Antes había políticas muy fuertes sobre el territorio y más población que estaban transformando el territorio diariamente, “ahora hacemos nuestros planes de aprovechamiento y con tratamientos de madera y la claras han cogido valor y lo podemos considerar como un aprovechamiento”, recalca.
Quedamos con ellos, y con el agente medioambiental David Serrano en la presa del Vado para dirigimos a la zona que se está cortando. Es el cantón 6 de La Vereda, que tiene unas 150 hectáreas, y un volumen de 5.000 estereos, unos 3.500 metros cúbicos. El valor de adjudicación fue de más de 15.000 euros. Además tenían que hacer unas mejoras de eliminación de restos y desbroce.
Los trabajos comenzaron a mediados de enero y se prolongarán hasta mayo. Cuando nosotros acudimos a pie de campo llevaban unas 10 hectáreas cortadas. “Se está clareando el pinar, obteniéndose madera que tiene muy buena calidad. La que está peor se astilla y se usa para la calefacción, otra para hacer tablas, postes, son muchas las utilidades. Hablamos de un recurso sostenible y que se puede reaprovechar”, subraya Pedro Díaz, quien hace hincapié, además, en que en este caso, la empresa adjudicataria es local, serrana, de El Cardoso, que lleva muchos años trabajando con el Gobierno regional y “que está generando una riqueza muy importante en un pequeño pueblo de la comarca, de poco más de 40 habitantes”, señala.
Esta zona de aprovechamiento se repobló en los años cincuenta, se semillaron pinos y están a más de 2.000 pinos por hectárea. Esto provoca que haya mucha competencia entre ellos. Los trabajos son de una clara del treinta por ciento por debajo de lo dominado y se delimitan zonas en las que haya turberas o algunas especies a conservar. “Según avanzan los trabajos podemos observar cómo los pinos pueden aprovechar mejor los recursos hídricos, de luz y alimento’”, comenta Raquel Ibáñez. Entre medias el roble irá regenerándose. La técnico de medio natural quiere resaltar que a la vez que la masa se mejora, disminuye el riesgo de incendio forestal.
En el proceso intervienen diferentes máquinas. La procesora se encarga de cortar a medida, el autocargador desembosca la madera y los camiones se encargan del transporte hasta fábrica. La desbrozadora de martillo se encarga de triturar los restos para que queden integrados en el terreno.
“Los agentes medioambientales nos encargamos de supervisar el aprovechamiento y que se ajuste a lo que la técnico de Desarrollo Sostenible de la Junta ha especificado en el pliego. Controlamos que se corte un tercio del total de madera, que se quiten los pies arbóreos dominados, los peores y malconformados y favorecer así que salgan robles y encinas, la especie autóctona”, señala David Serrano, que recuerda que el fin último del aprovechamiento “es que la masa se mixta y sea más sostenible frente a incendios forestales porque quitamos combustibles y mejoramos la masa”.
Los trabajos son controlados y planificados minuciosamente. También son respetuosos con la flora y la fauna. “Tenemos mucho cuidado de no molestar a la fauna. Si vemos que hay algún nido o especie entre la masa, decimos al maderista que vaya a otro punto”, aclara.
Creando oportunidades laborales en el entorno
En La Vereda tuvimos oportunidad de hablar con Benjamín Martín, de Transportes y Leña El Cardoso. “Lo primero que hicimos fue abrir caminos, porque estaban cerrados. Después comenzamos con la corta. El tiempo nos está dejando actuar con normalidad, quitando los días de nieve”, relata. Hay diez personas trabajando, todas ellas de El Cardoso y pueblos de alrededor. La empresa suele trabajar siempre en la provincia de Guadalajara, aunque también lo hace en la Sierra de Ayllón. La madera que sacan tiene como destino diferentes lugares, parte va a una empresa de Humanes que las astilla y tritura como combustible calefactable, también a Lozoyuela. Para pellets suelen ir a Soria y Valladolid. “Hay otras maderas que se utilizan para árboles frutales, parques, mobiliario. Aunque la madera es delgada, la calidad es muy buena y fuerte, mejor que la que hay en Europa”, comenta. De hecho, somos la región con mayor superficie forestal certificada, algo que da un gran valor a nuestra madera en los mercados.
El empresario serrano muestra con orgullo el trabajo realizado hasta la fecha. “Hay mucha necesidad de gestionar estos montes. Cortamos alrededor de 800 árboles al día y podrían ser más porque la masa forestal es muy grande. Hay gente que puede acusarnos de despiadados pero es una necesidad imperiosa para conservar el monte. Hay que despejarlo para que el pinar prospere y sobreviva. Y como el pino, el resto de especies arbóreas”, recalca.
Lamenta que cada vez haya menos gente que se dedique a estas tareas y deje sus pueblos por ir a la ciudad. Su familia y trabajadores son un ejemplo de que en los pueblos todavía hay futuro y se puede trabajar y vivir. “De momento, podemos decir que podemos vivir y trabajar en nuestro pueblo para conservar nuestro territorio”.
Acción mancomunada en el Alto Tajo para un mayor interés en el mercado
Para lograr un máximo aprovechamiento forestal, se ha otorgado a mancomunidades y asociaciones el objeto social de aprovechamiento. En 2017 se empieza a impulsar el trabajo en la Mancomunidad del Alto Tajo pero no fue hasta 2022 en la que tomó forma. “Vimos que el trabajo municipal dejó de tener interés comercial”, señala Alfredo Chavarría, Jefe de Servicio de Política Forestal y Espacios Naturales JCCM. Son nueve pueblos los que ponen en el mercado más cantidad maderera para que las empresas opten a ello y aumenten los recursos económicos. Se ha estipulado una corta anual en esta comarca. Visitamos la corta que se empezó a realizar en Peñalén a finales de enero. Fue de 1. 500 m3 (2500 estéreos) que ha adjudicado la Mancomunidad del Alto Tajo mediante la subasta conjunta de lotes de seis. “Este sistema ha sido muy exitoso, ya que al hacer la licitación conjunta ha habido más interés por parte de las empresas, consiguiendo un incremento de los precios hasta el triple de lo tasado en algunos lotes”, subraya. Allí se hizo una corta de regeneración, para la apertura de la dosel de cotas para que entre la luz y pueda establecerse la regeneración natural a partir de la dispersión de las semillas de los pies, remanente una vez termina la operación. “Imita los procesos naturales de regeneración que tras un episodio de adaptación o plagas, el arbolado adulto desaparece, abre hueco y permite el crecimiento de nuevos ejemplares”. Alfredo Chavarría calcula que la cantidad que se va a extraer de esta primera venta conjunta llegará a los 12.000 metros cúbicos.
Todos los trabajos y actuaciones están supervisados por una entidad independiente que en este caso es el estándar más exigente a nivel mundial, el de FSC.