Pueblos inteligentes

La instauración en la sociedad de ChatGTP es algo que genera desconcierto y que acojona, con perdón, a más de uno. Pero parece que todo español moderno ha utilizado ya por lo menos una vez la Inteligencia Artificial (IA), ya sea para pasar el rato, ver las limitaciones de los futuros robots, tratar de optimizar sus trabajos a niveles inimaginables, e incluso ligar.

  A algunos medios guiados por interesados ‘influencers’, les da por preguntarle y publicar cuáles son las poblaciones más feas, más atractivas y más felices de España. En invierno también inquieren por las más frías. Colocan a Molina de Aragón en cabeza por liderar las temperaturas más bajas en algunos días de enero y febrero. Pueden venir ahora a comprobarlo.

He estado en casi todas de la lista de las feas, una por comunidad autónoma: Puertollano en Castilla-La Mancha; Teruel en Aragón; Palencia en Castilla y León; Sagunto en la Comunidad Valenciana; Getafe en Madrid; Hospitalet de Llobregat en Cataluña; Avilés en Asturias; Torrelavega en Cantabria; Barakaldo en el País Vasco; Manacor en Islas Baleares, La Laguna en Canarias…

Al margen de que lo de bello y feo depende mucho de apreciaciones muy personales, mi inteligencia natural, poca o mucha, no coincide con la artificial.  Además, parece que la IA tampoco sabe, entre otras cosas, que lo bello no casa siempre con lo interesante o lo que nos encandila.

  En la clasificación de los pueblos más bonitos  no hay medida. Van turnándolos, añadiéndoles encantos, con pasajes que parecen sacados de películas, lugares ideales para relajarse o rincones con calles atiborradas de historia. A veces se publicitan festejos y concursos con el objetivo de que muchos urbanitas las elijan para desconectar y evadirse algunos días.

  Mejor ni caso a esos rankings tan de listos. Váyanse a su pueblo, sin duda el mejor.