Recogimiento y devoción
Vivimos días intensos para los creyentes y de recreación para la humanidad de unos hechos históricos que cambiaron el devenir de los tiempos, marcando otra era, la de después de Cristo.
Son momentos de oración, recogimiento, fe y devoción, los días más significativos del calendario cristiano, los que recuerdan la pasión, tortura y ejecución de un hombre que solo había predicado amor, perdón y justicia, festejando su resurrección entre los muertos tres días después. Son fechas intensas para el creyente y de recreación para la humanidad de unos hechos históricos que cambiaron el devenir de los tiempos, marcando otra era, la de después de Cristo.
Vivimos en un Estado aconfesional, laico, con libertad religiosa, con respeto a cualquier credo y sentimiento en este sentido, como es normal, pero no podemos obviar siglos de cultura y tradiciones que pasan de generación en generación. Debemos reivindicar nuestras raíces y manifestar, si es el caso, el ser cristianos, como hizo “con orgullo y responsabilidad”, en palabras suyas, la pregonera de la Semana Santa en nuestra capital, nuestra compañera periodista, Mercedes Castellano, en un precioso viaje hacia el interior de su alma, y también, a través de testimonios de los cofrades, hacia el sentido de cada una de las cofradías y hermandades, en este caso de la capital, pero extrapolable a cualquiera del mundo. A todas nuestra consideración y cariño. Son las artífices del esplendor de estas fiestas.
En las iglesias, de manera más mayoritaria por la pertinaz lluvia, y en las calles, al menos en la noche del Miércoles Santo, con esas expresiones tan bellas que representan los desfiles procesionales, se vive la religiosidad. Son días, además, de descanso, ocio, desplazamiento a la casa del pueblo o a un destino vacacional, de desconexión, de disfrutar un poco de la vida. Como también es tradición, desde nuestro periódico habrá personas que trabajen para hacer llegar al lector la mejor crónica y las imágenes de una Semana Santa cargada de arte, que deseamos buena para el turismo y la economía, reparadora de fuerzas para todos. Gracias a cuantos la hacen posible.